Según explicó, se introduce el concepto de «punto final» en la cadena de fabricación de los subproductos animales, después del cual los productos transformados no seguirán estando sujetos al reglamento de subproductos animales, ya que los riesgos potenciales habrán sido eliminados mediante los tratamientos aplicados. En su lugar se aplicarán las reglas generales sobre la seguridad de los productos.
Por otra parte, se aclara la distinción entre alimentos y subproductos animales, estableciendo expresamente que la decisión tomada por los operadores de destinar los productos a propósitos diferentes del consumo humano, es irreversible. Esto significa que cuando un producto de origen animal pasa a ser considerado un subproducto, no debe retornar en ningún caso a la cadena alimentaria.
Se contempla también la posibilidad de modificar la clasificación actual de los subproductos animales y se establece como obligatorio el registro de los transportistas de subproductos animales, para reforzar la trazabilidad.
El Ministerio apuntó que, conforme la nueva normativa, los sistemas alternativos y los requisitos sanitarios que garanticen la ausencia de riesgo para la salud pública o animal, no obstante, tendrán que ser previamente definidos en el reglamento de aplicación que se elaborará durante el próximo año.
El nuevo reglamento entrará en vigor veinte días después de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, y será aplicable quince meses después de su entrada en vigor.
Los detalles técnicos para la aplicación del nuevo reglamento se establecerán en una norma aparte, que se adoptará por el procedimiento de comités presididos por la Comisión Europea. Este reglamento de implementación será elaborado durante los próximos meses, de modo que pueda ser aplicable de manera simultánea con el nuevo reglamento básico aprobado por el Consejo.
Europa Press