«Desde el Consell solicitamos que se considere un crimen contra la humanidad de la biosfera o algo equivalente», afirmó Santiago Grisolía, y consideró fundamental informar a los ciudadanos sobre el impacto medioambiental que se produce cada vez que hay un incendio. «Si nos quedamos sin árboles nos quedamos sin energía y lo que se deriva de ella es la vida como tal», dijo. Por ello, el Consell publicó en 2004 un estudio en el que se enseñaba a los ciudadanos diversas medidas para evitar y paliar los incendios. «Nos hemos puesto en contacto con lideres internacioneles e incluso la ONU para conseguir una declaración contra este tipo de fuegos», informó Santiago Grisolía.
El miembro del Consell Vicente Muñoz Puelles fue más allá y se preguntó cuánto tiempo vamos a poder seguir quemando la masa forestal sin que notemos sus repercusiones directas. «El medio es cultura y permite que se desarrollen otras actividades culturales, no podemos destruirlo», afirmó.
La entidad, a raíz del incendio del Saler, se planteó si se deberían limpiar los bosques, cómo se haría y el uso del cortafuegos. Al hilo del estudio realizado por la Universidad Politécnica de Valencia se preguntaron si extinguir con agua un fuego es la mejor opción. El Consell, proponen estudiar vías alternativas para intentar minimizar los efectos de los incendios.
Desde la administración hablan de un repunte en los incendios de vegetación sobre los boscosos y lamentaron que no se les dé más importancia. También señalaron la necesidad de concienciar al ciudadano de la importancia que tiene cualquier tipo de incendio ya sea vegetal o forestal.
Además, remarcaron que el voluntariado debe estar preparado. Aseguran que de lo contrario estas personas son un problema ya que al final hay que velar por paliar el fuego y por su integridad.
UPV