El crecimiento de los países en desarrollo se muestra resistente ante las turbulencias financieras

Se espera que los flujos de capital privado a los mercados emergentes -que en 2007 alcanzaron la cifra sin precedentes de US$1 billón- desciendan hasta los US$800.000 millones para 2009, con lo que aun así se ubicarían en el segundo mayor nivel de la historia, según un nuevo informe del Banco Mundial.
En el informe titulado Flujos mundiales de financiamiento para el desarrollo 2008 se prevé una disminución del crecimiento del PIB mundial, que pasará del 3,7% en 2007 al 2,7% en 2008, mientras que, según las previsiones, el crecimiento de los países en desarrollo disminuirá del 7,8% -el nivel extraordinario alcanzado en 2007- al 6,5% en 2008.

«El fuerte crecimiento del mundo en desarrollo sin dudas ayuda a contrarrestar la abrupta desaceleración producida en los Estados Unidos», señaló Uri Dadush, director del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo y del Departamento de Comercio Internacional del Banco Mundial. «Pero al mismo tiempo, las crecientes presiones inflacionarias mundiales, especialmente los altos precios de los alimentos y la energía, están perjudicando a grandes segmentos de la población pobre de todo el mundo».
Durante los últimos años, el crecimiento de los países en desarrollo ha sido impulsado en parte por el aumento de los flujos de capitales generado, entre otras cosas, por la expansión de la presencia de bancos extranjeros en los países en desarrollo a través de adquisiciones y el establecimiento de filiales locales. Hasta fines de junio de 2007, los activos sobre el exterior en poder de los principales bancos internacionales respecto de residentes de países en desarrollo sumaban US$3,1 billones, lo que representa un aumento en relación con el US$1,1 billón registrado a fines de 2002.

«La presencia de bancos extranjeros en los países en desarrollo amplía el acceso al crédito y a los servicios financieros, lo que puede impulsar la innovación y la eficiencia en los bancos locales», indicó Mansoor Dailami, gerente de Financiamiento Internacional del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo y principal autor del informe.»Sin embargo, las repercusiones que han tenido las crisis de los mercados de Europa y Estados Unidos en los mercados financieros de algunos países en desarrollo ponen de relieve la necesidad de contar con reservas para liquidez, gestión macroeconómica y normas financieras más adecuadas y mejor coordinadas».

En el informe se advierte que los países con fuertes necesidades de financiamiento externo son potencialmente más vulnerables a una contracción del crédito, en particular, en los casos en que los flujos de deuda privada al sector bancario han contribuido a la rápida expansión del crédito local, lo que alimenta las presiones inflacionarias. En 2007 y 2008, varios países de Europa y Asia central y algunos de América Latina y el Caribe y de África al sur del Sahara eran los que se encontraban en situación más riesgosa.

Si bien algunos países de ingreso bajo han accedido recientemente al mercado internacional de bonos, el grueso de los flujos de capital privado destinados a los países en desarrollo se dirige sólo a unas pocas economías de gran magnitud, entre las que se encuentran los del llamado grupo BRIC: Brasil, Rusia, India y China. Las naciones más pobres, mientras tanto, siguen apoyándose en la asistencia oficial, que volvió a disminuir en 2007. El monto neto de asistencia oficial para el desarrollo aportado por los integrantes del Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alcanzó un total de US$103.700 millones en 2007, lo que representa una reducción respecto del pico de US$107.100 millones alcanzado en 2005, según se indica en el informe.

CONCLUSIONES DETALLADAS

· Hace un año, el total de las reservas de divisas de los países en desarrollo ascendía a US$3,2 billones, muchos países presentaban un fuerte crecimiento económico, los nuevos mercados de valores se estaban activando y los márgenes de los bonos de los mercados emergentes habían caído a niveles sin precedentes. Con el comienzo de la crisis de las hipotecas de alto riesgo (sub-prime) en los Estados Unidos, las condiciones del crédito se deterioraron en forma notable. Aun cuando los mercados emergentes han mostrado una considerable capacidad de resistencia hasta el momento, los riesgos se han agudizado claramente.

· No obstante, a pesar de que se ha producido una reducción, la tasa de crecimiento proyectada para los países en desarrollo, que se ubica en el 6,4% para 2009-10, es superior al promedio registrado durante la primera mitad de esta década (5,6%) y mucho más elevada que el de las décadas de 1980 y 1990 (3,4%). Esto pone de manifiesto el abrupto incremento del potencial de crecimiento de los países en desarrollo producido como consecuencia de la mejora de las políticas estructurales y macroeconómicas de los últimos años.

· Los elevados precios de los productos básicos son motivo de gran preocupación. Los precios de la energía y de los alimentos comercializados en el mercado internacional aumentaron un 25% en términos nominales durante el segundo semestre de 2007. En el caso del petróleo, el aumento se debió principalmente a la escasa oferta y la inversión insuficiente registrada durante años. En lo que respecta a los alimentos y los productos básicos agrícolas, las principales causas del incremento son la demanda para la producción de biocombustibles en Estados Unidos y Europa, los altos precios de los fertilizantes y los insumos energéticos y las restricciones a la exportación de cultivos básicos clave. Esas restricciones agudizan la escasez en los mercados internacionales en el corto plazo y pueden limitar las respuestas de la oferta a los precios elevados en el largo plazo. Asimismo, las malas condiciones climáticas redujeron la producción en algunos países y la especulación en el mercado de productos básicos también impulsó el alza de precios. Los cereales sufrieron el mayor incremento de precios: durante los primeros meses de 2008, llegaron a costar el doble que el año anterior.

· Los elevados precios de los alimentos y la energía son la principal causa del aumento de la inflación en los países en desarrollo, y lo preocupante es que afectan con más intensidad a los más pobres.

· Las entradas netas de inversión extranjera directa en los países en desarrollo y de ingreso alto continuaron en fuerte aumento en 2007: los flujos mundiales llegaron a aproximadamente US$1,7 billones, con poco más de una cuarta parte destinada a los países en desarrollo. Las entradas netas de inversión extranjera directa en los países en desarrollo en conjunto aumentaron a unos US$471.000 millones. Esto fue consecuencia de los fuertes incrementos registrados en Brasil (US$16.000 millones) y Rusia (US$22.000 millones).

· Entre los países en desarrollo, China siguió siendo el principal destino de la inversión extranjera directa en 2007, si bien el porcentaje recibido por el país en relación al total continuó disminuyendo. A pesar de que en China el clima general para la inversión extranjera sigue siendo favorable, ciertos acontecimientos recientes han dificultado las inversiones de empresas extranjeras. En particular, el gobierno chino se está volviendo más selectivo en la aprobación de proyectos de inversión con participación extranjera.

· En las regiones en desarrollo, la presencia de bancos extranjeros se ha incrementado por razones distintas: en África al sur del Sahara, debido al limitado alcance de la infraestructura bancaria local; en Europa y Asia central, a causa de la integración regional en la Unión Europea, y en América Latina, como un modo de los gobiernos de abrirse a la competencia extranjera. Sin embargo, en muchos países, sólo se autorizó la presencia de bancos extranjeros luego de crisis financieras en las que los bancos locales se encontraron con una gran cantidad de préstamos improductivos, lo que generó la necesidad de reactivar el sistema bancario.

· En la actualidad, los bancos extranjeros cuentan con 2.000 oficinas locales en 127 países en desarrollo. Esto brinda al sector bancario internacional la infraestructura operativa y la tecnología que le sirven de plataforma para concertar transacciones en el exterior, no sólo en sus sedes en los principales centros financieros, sino también desde una gran red local de sucursales y subsidiarias ubicadas en los países en desarrollo.

· Los países que se muestran particularmente activos en el mercado interbancario internacional (Brasil, China, Hungría, India, Kazajstán, Rusia, Sudáfrica, Turquía y Ucrania) deben preocuparse por la posibilidad de que sus bancos locales enfrenten dificultades de financiamiento en el ámbito internacional en caso de que las presiones de liquidez en los mercados interbancarios permanezcan en niveles elevados.

Banco Mundial

Deja una respuesta