Durante los días 18 y 19 de octubre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) celebra la I Reunión Nacional sobre Dioxinas, Furanos y Compuestos Orgánicos Persistentes Relacionados, en el que participan los mayores expertos españoles y extranjeros. El presidente del CSIC, Rolf Tarrach, preside la sesión inaugural que comienza a las 9,00 horas, en la que también intervienen María José González y Josep Rivera, presidentes del comité organizador, y Ofelia Nieto, directora del Instituto de Química Orgánica General del CSIC.
El interés científico y social que despiertan estos compuestos se debe fundamentalmente a su elevada toxicidad y persistencia. Las dioxinas, uno de los contaminantes más conocidos, son desde hace ya dos décadas un tema prioritario desde el punto de vista medioambiental, sanitario y político. Por todo ello, estas jornadas se dirigen a un público formado por científicos, representantes de las distintas administraciones, responsables y técnicos de empresas y, en general, personas interesadas en el medio ambiente.
Los objetivos de este congreso son intercambiar conocimientos científicos entre distintos grupos de investigadores e informar sobre los procesos y actividades que generan estos contaminantes y sus niveles en el medio ambiente, en los alimentos y en el hombre. Asimismo se darán a conocer las actuaciones que se llevan a cabo, los métodos de seguimiento y control para prevenir su generación y difusión en el medio y las investigaciones que se desarrollan en España.
TOXICIDAD ELEVADA
Los problemas medioambientales actuales se ven agravados por la aparición de compuestos que representan un riesgo para los seres vivos y sus ecosistemas. Las dioxinas y los furanos son dos familias de compuestos triciclos aromáticos que se caracterizan por tener una elevada persistencia y toxicidad. Se generan en una gran variedad de procesos industriales y de combustión, por los que se emiten al medio ambiente, y se encuentran ampliamente distribuidas en concentraciones muy pequeñas pero, debido a su estabilidad tanto física como biológica, permanecen durante largos periodos de tiempo.
Por su persistencia y relativa inmovilidad, las dioxinas se acumulan en los suelos y sedimentos. Esta concentración de contaminantes en el sustrato provoca una acumulación de los mismos en los animales terrestres y acuáticos. Posteriormente, estos compuestos se van acumulando en la cadena trófica en cuya cúspide se encuentra el hombre. Por ello, los alimentos, y concretamente las grasas animales, son una de las rutas de exposición a las dioxinas más importantes en el ser humano.
El CSIC cuenta con dos grupos de investigación que trabajan en estos temas y que son los organizadores del congreso. Por una parte, está el Laboratorio de Dioxinas, dirigido por Josep Rivera, dentro del Departamento de Ecotecnologías, del Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales del CSIC en Barcelona. Este Laboratorio desarrolla una línea de investigación sobre contaminantes orgánicos persistentes (POCs). Se estudia, fundamentalmente, la presencia de dioxinas y furanos en muestras ambientales y se ha puesto a punto la metodología necesaria para la determinación de estos compuestos en diferentes tipos de muestras, tanto bióticas como abióticas.
El otro equipo de investigación, dirigido por María José González, es el grupo de Química Ambiental, del Departamento de Análisis Instrumental y Química Ambiental, del Instituto de Química Orgánica del CSIC, en Madrid. Centra sus investigaciones en el comportamiento de contaminantes químicos persistentes en el medio ambiente, así como sus implicaciones toxicológicas en el desarrollo de los seres vivos, incluido el ser humano. Sus líneas generales de investigación se han ido ampliando y actualizando con la aparición de nuevos contaminantes y con la introducción de mejoras en la instrumentación analítica.
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