En concreto se eliminan 26 de las 36 normas existentes y en Castilla-La Mancha esta medida afectará especialmente a las setas cultivadas, ajos, melones, albaricoque, cebollas y sandías. A juicio de UCAMAN la Comisión Europea, al eliminar las disposiciones que regulan la forma y el tamaño de las frutas y hortalizas, está ignorando los intereses del sector de las frutas y hortalizas y este reglamento perjudicará tanto a los productores como a los consumidores, ya que facilitará la proliferación de normas privadas que no sirven para garantizar estándares de calidad, sino para condicionar unilateralmente la aceptación de la mercancía por la distribución.
De esta forma a partir de enero de 2009, la mayoría de la comercialización de frutas y hortalizas dejará de contar con reglas comunes sobre la calidad de los productos que se ponen en el mercado. Para UCAMAN la Comisión ha antepuesto sus intereses burocráticos y administrativos, así como las preferencias de la distribución. Se ha dado así una nueva prueba de parcialidad y ha ignorado los efectos ruinosos que ya actualmente se están registrando en los mercados agrarios por el desmantelamiento de la intervención pública. A ello hay que añadir, que la decisión de la Comisión se ha tomado sin esperar las conclusiones del debate abierto actualmente por el Libro Verde de la Calidad de los productos agrarios, lo cual devalúa esta consulta pública y demuestra la indiferencia de esta institución y su alejamiento de la ciudadanía.
Pepinos curvos y zanahorias nudosas
La Comisión Europea alega que la desaparición de las normas supondrá un ahorro en los costes derivados de su control y “evitará que se arrojen productos sólo porque no tienen una forma adecuada”. Es más, la Comisaria de Agricultura y Desarrollo Rural, Mariann Fischer Boël, ha declarado que “esta iniciativa señala un nuevo amanecer para los pepinos curvos y las zanahorias nudosas, y es el ejemplo concreto de nuestros esfuerzos por reducir los trámites burocráticos innecesarios”.
Sin embargo para UCAMAN estos costes están perfectamente justificados por la garantía que aporta y deberían incluso intensificarse para garantizar que todas la exigencias que se le imponen al sector beneficien a los consumidores, quienes deben encontrar en los lineales de la gran distribución productos de calidad. Los productos que no llegaban antes al mercado, por falta de calidad, se seguirán tirando: pero a partir de ahora, ello podrá ocurrir dentro de los hogares y una vez pagados. Perjudicando al consumidor y al consumo.
UCAMAN afirma que el marco normativo que había hasta ahora garantizaba, de una parte, la eliminación del mercado del producto de calidad no satisfactoria y la orientación de la producción hacia las exigencias del consumidor; y de otra, proporcionaba información correcta en cada eslabón de la cadena alimentaria y, finalmente, contribuía a mejorar la rentabilidad de la producción.
UCAMAN
Es normal la resistencia del sector productor que estaba completamente organizado para un sistema basado en el tamaño del producto, su forma, y la ausencia de «imperfecciones» superficiales
Sin embargo, es obvia la correlación de ese tipo de normas con la orientación de las producciones hacia tamaños gordos de unas frutas y hortalizas insípidas, sobre-regadas y sobre-cargadas de nitratos, sin aromas ni textura, y con excesos de protección fitosanitaria. ¿Es eso calidad?
Y desde el punto de vista del bolsillo del consumidor, ¿qué decir?, es la verdadera razón de la decisión bruselana
Hacer posible una cesta de la compra menos encarecida
Quiero decirles a los amigos de UCAMAN que la desaparición de las normas beneficia a tada la cadena agroalimentaria: agricultor, comerciante y consumidor. Ni la calidad, ni la presentación ni el precio deben ser establecidos por el burócrata con poder para legislar sino que son atributos que manejamos los que intervenimos en el proceso. Las normas limitan nuestra libertad de decisión y no son garantes de la calidad que sólo cada persona es capaz de determinar.
estoy completamente de acuerdo con lo explicado en los comentarios anteriores, tenemos que ir a fomentar los productos naturales como eran en los tiempos que se recueran y que decimos, mi madre hacia tal cosa y que rica estaba, y mi abuela tambien hacia unas comidas que se salian de lo superbuenas que eran, pues yo estoy en esa onda y mucha gente opina de igual forma
yo creo que lo natural sera siempre mejor y que ahora comemos con la vista
y eso quiere decir que aunque un producto un poco deformado tenga mejor sabor siempre nos vamos a lo perfecto aunque no sepa a nada.
Yo no estoy de acuerdo con la medida. Soy productor de fruta, en la provincia de Huesca. A nosotros se nos exige fruta de calidad, con unos calibres estándares y unos parámetros de azucar/acidez, textura en las frutas, que provoca que el mayor beneficiado sea el consumidor y por tanto a la vista de la buena calidad demande eso.
Hola, como usuaria, obviamente prefiero las cosas que se ven bien, pero pensando mucho más allá, los mismos productores pueden separar los frutos mal formados y ofrecerlos a otro sector de compra o incluso donarlos, pero votarlos!!, cuando tanta gente muere de hambre, no hay conciencia humanitaria sino monetaria.
Mis cebollas sean grandes,pequeñas o deformes están muy ricas con pan. Mis tomates sean grandes, pequeños o deformes saben a tomate. Mis patatas duran de septiembre a abril sin venenos antibrotes, no se pudren ni saben ml.!Que tortillas más ricas! Lo malo es que no todos pueden cultivar patatas sin pesticidas.
Cuando la Administración mete mano en el mercado, provoca conductas pícaras o favorece a unos contra otros.
En general no hace más que dar palos de ciego o palos interesados.
Lo que tienen que hacer es ocuparse de informar al consumidor y procurar que haya competencia real