El petrolero monocasco Solar 1, fletado por la compañía Petron, se hundió el pasado viernes 11 de agosto en el Estrecho de Guimaras, en Filipinas, con una carga de 2,1 millones de litros de petróleo en sus bodegas. Se estima que el buque ha vertido ya unos 200.000 litros provocando una marea negra que causará graves daños al medio ambiente y a los medios de vida de la gente de la zona.
En un acuerdo con los servicios guardacostas y con otros grupos, el barco de Greenpeace MY Esperanza y su tripulación llevarán a cabo una evaluación del sudeste de la Isla de Guimaras, la zona más afectada por la mayor marea negra de la historia de Filipinas. En este área se encuentra una reserva de gran valor ecológico que ha sido muy afectada. El Esperanza transportará material de limpieza y equipos de contención a las unidades del servicio de guardacostas filipino que trabajan sobre el terreno, así como material de ayuda donado por la Fundación ABS-CBN destinada a las comunidades afectadas.
El barco de Greenpeace y su tripulación trabajarán también con científicos y con expertos en ecología marina para llevar a cabo una evaluación del impacto del vertido y determinar el daño causado en áreas de elevado valor ecológico.
“Nuestra principal preocupación es colaborar para minimizar de forma efectiva los impactos de este desastre sobre el medio ambiente marino y sobre los medios de vida de la población. Llevará años limpiar y rehabilitar las zonas afectas”, ha declarado Von Hernandez, Director de Campañas de Greenpeace en el Sudeste Asiático. “En este sentido, reiteramos nuestra demanda de que el Gobierno obligue a Petron y sus socios a hacerse cargo de los costes asociados con este desastre”, añadió.
La reserva marina de la Isla de Takong ha sido uno de los lugares más afectados por la marea negra. Se trata de un lugar de alimentación y reproducción de gran número de especies. Alberga 29 especies de coral, 144 especies de peces, 7 especies de fanerógamas marinas y 3 especies de mangle.
El Esperanza se encuentra en el Sudeste Asiático como parte de la expedición en barco más ambiciosa de la historia de Greenpeace, En Defensa de Nuestros Océanos. En esta campaña el Esperanza ha visitado ya aguas antárticas, donde se ha enfrentado a la flota ballenera japonesa; África Occidental, donde ha denunciado el papel de la pesca pirata en la destrucción de los recursos pesqueros africanos; las Islas Azores, para documentar la gran biodiversidad de los ecosistemas profundos; el Mediterráneo, donde ha denunciado la esquilmación del atún rojo; el Mar Rojo, para denunciar el impacto de la urbanización masiva de la costa sobre los ecosistemas marinos; y la India, en donde ha trabajado en la protección mediante reservas marinas de zonas de alto valor ecológico.
GREENPEACE