El etiquetado de leche, carne y huevos debería incluir si los animales se alimentan con transgénicos

Nota de Greenpeace
La participación pública en los procesos de decisión es una piedra angular de la propuesta de constitución de la UE que está intentando revitalizar la presidencia alemana. Otorga a la sociedad civil el derecho a exigir que se legisle en base a los principios fundamentales que aparecen en la Constitución, entre los cuales se encuentra el derecho a la información y a la libertad de expresión (nota 1).

En la declaración firmada por los ciudadanos se lee: “Exigimos el etiquetado obligatorio de los productos que provienen de animales alimentados con OMG. El derecho a la información es un derecho fundamental en la Unión Europea.”. Según las últimas encuestas, la mayoría de los consumidores no quiere comer productos provenientes de animales alimentados con transgénicos.

Una grave trampa en la legislación europea exime a los productos derivados de animales de ser etiquetados: alimentos como los aceites, salsas o galletas tienen que ser etiquetados si los ingredientes tienen un contenido en transgénicos igual o superior a 0,9%. Lo mismo ocurre con los piensos para animales. Sin embargo, la norma europea no obliga a etiquetar los productos alimentarios derivados de animales alimentados con OMG – carne, leche, huevos o sus derivados-.

“Se trata de un llamamiento a la UE para que impida que los transgénicos entren en la UE por la puerta de atrás y terminen en nuestros platos”, ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los transgénicos de Greenpeace. “Con esta entrega de firmas al Comisario Kyprianou, exigimos a la Comisión Europea que garantice a la ciudadanía el derecho a elegir si quiere o no alimentarse con productos derivados de animales alimentados con transgénicos.”

Más del 90% de las cosechas transgénicas importadas por la UE corresponden a soja y maíz destinados a la fabricación de piensos para la ganadería. Esto significa que están entrando todos los años en la cadena alimentaria de los ciudadanos de la UE unos 20 millones de toneladas de transgénicos sin que los consumidores sean informados de ello.

“Con la legislación actual, la única opción que tienen los consumidores es comer alimentos producidos a partir de transgénicos”, ha recordado Juan-Felipe Carrasco. “Es fundamental retirar los OMG de la cadena alimentaria en Europa pues suponen una grave amenaza para la biodiversidad y la salud”.

Greenpeace

Deja una respuesta