El palangrero Viarsa 1, vinculado a la empresa de armadores gallega Vidal Armadores S.A., fue desguazado en un astillero de Bombai (India), concluyendo así un largo proceso judicial contra esta embarcación, que comenzó en 2003 por desarrollar actividades de pesca ilegal no declarada y no reglamentada (IUU fishing en inglés), más comúnmente conocida como pesca pirata, en aguas de la Antártida.
Xavier Pastor, Director de Oceana para Europa afirma: ”Tras un largo proceso las medidas emprendidas por el Gobierno australiano han llegado a buen puerto, aunque este barco es sólo uno más de una larga lista de embarcaciones que, bajo banderas de conveniencia, esquilman ilegalmente los caladeros de bacalao polar de la Antártida”.
El Viarsa 1 fue detectado por las patrulleras australianas en 2003 pescando ilegalmente bacalao polar en la Zona Económica Exclusiva de Australia, cerca de las islas McDonald. La persecución que tuvo lugar, considerada la más larga de la historia marítima, duró 21 días con un recorrido de 3.900 millas náuticas, para concluir con la detención del buque pirata en aguas del Atlántico sur, próximas a Sudáfrica. Los hechos inspiraron el libro «Hooked: piratas, pesca furtiva y el pez perfecto», escrito por un periodista del Wall Street Journal.
El bacalao polar o merluza negra, conocido en inglés como Patagonian toothfish, es una especie de profundidad y de lento crecimiento que alcanza un elevado valor comercial en los mercados mundiales. Las licencias de pesca y las capturas están reguladas por la Comisión para la Protección de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), pero un gran número de embarcaciones desarrollan pesca pirata (IUU) en el área, de forma que un elevado porcentaje de las capturas se efectúa ilegalmente.
Xavier Pastor apunta a empresas españolas como beneficiarias de estas actividades ilegales:”Empresas españolas controlan estos buques pirata, éste es el caso de Vidal Armadores S.A., empresa vinculada a embarcaciones como el Viarsa I, el Hammer, o el Magnus, bien como propietarios o como operadores a través de empresas subsidiarias en países como Uruguay o Islas Mauricio. Esta empresa española ha llegado a recibir cuantiosas subvenciones de la Secretaría General de Pesca Marítima de España, tal y como ha denunciado reiteradas veces Oceana en los últimos años.” A modo de ejemplo ha añadido:”El verano pasado el Magnus, bajo el nombre de Ina Maka y con pabellón surcoreano, fue detenido y multado en Sudáfrica por utilizar redes ilegales. Estas prácticas son frecuentes y, en la mayoría de los casos, transcurren con total impunidad. El buque Galaecia, operado por Vidal Armadores, también fue objeto de un expediente por sospechas de pesca ilegal por parte de la Secretaría General de Pesca Marítima, pero finalmente, dicho expediente fue archivado y hoy el Galaecia dispone de una licencia para la pesca de atún en aguas del océano Índico”.
Por otra parte, Antonio Vidal Pego, hijo de Antonio Vidal propietario de Vidal Armadores S.A., figuraba como apoderado de empresas uruguayas involucradas en pesca pirata de bacalao polar, y fue condenado en 2006 a una multa de 400.000 dólares por un tribunal de Miami (Estados Unidos) por importación ilegal de esta misma especie, falsificación de documentos y obstrucción a la justicia. La empresa uruguaya implicada, Fadilur S.A., fue condenada a pagar una multa y al cese de su actividad. Antonio Vidal Pego se encuentra en la actualidad en libertad condicional, condenado por Estados Unidos al cese de cualquier relación, directa o indirecta, con la pesca y comercialización de merluza negra.
Nuevas medidas contra la pesca IUU
La lucha contra la pesca IUU es una prioridad mundial. Recientemente, la Comisión Europea ha presentado una propuesta de Reglamento contra esta actividad que, de ser aprobada, podría implicar la obligación de los estados miembros de controlar y sancionar a las empresas que estén involucradas en la pesca IUU, e impediría que embarcaciones que hayan estado implicadas reciban licencias o permisos de pesca especiales, entre otras medidas. El texto se debatirá en la UE en los próximos meses.
OCEANA