La dieta mediterránea española debería contener una mayor dosis de fluor para evitar ciertos males en la salud. La caries y la periodontitis, algunas de las infecciones más frecuentes en las sociedades modernas por la falta de fluor en la alimentación, afecta al 40% de la población española, siendo una bomba de relojería que puede provocar infartos de miocardio, infecciones estomacales y pulmonares, inflamaciones de los nervios, problemas respiratorios, osteoarticulares y otros mayores males en la salud a largo plazo si no se tratan a tiempo. Así lo afirma, el Dr. Peter Reuter, un especialista odontólogo radicado en Barcelona que lleva tratando durante más de 20 años a pacientes de varios países y autor de un novedoso decálogo de recomendaciones para el diagnóstico precoz, en colaboración con el Grupo Bayer en España y la Sociedad Española de Odonto-Estomatología Preventiva y Comunitaria (SEOEPYC). Según el Dr. Reuter, España es desde hace tiempo uno de los países europeos con mayores niveles de caries, por encima de Alemania, Francia, Suiza, Holanda, o EE.UU. entre otros. Para erradicar dicha plaga, propone poner en práctica algunos trucos tan simples y económicos practicados en otros países que podrían reducir hasta el 80 por ciento el nivel de caries, como por ejemplo añadir fluor al agua o a la sal que consumimos en las comidas. «Esta medida tan sencilla ya se ha implantado en muchos otros países europeos y los EEUU con excelentes resultados. Ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia entre otros podrían disminuir así más de dos terceras partes del nivel de caries que padece la población si además se prestara mayor atención a la salud bucal. El ahorro económico conseguido así en cada persona podría superar los 6.000 euros» afirma el Dr. Reuter. De acuerdo con ciertas estimaciones, los españoles gastan más de 600.000 millones de ptas al año (3.600 millones de euros) en el cuidado y extracción de sus dientes como consecuencia de dicha infección bacteriológica. Una buena parte de este importe, podría reducirse con una mayor educación bucal, un diagnóstico precoz y el tratamiento a tiempo de las infecciones bacterianas. A parte de consumir agua y sal fluoradas, el decálogo de recomendaciones para prevenir la caries sugiere diferenciar las pastas dentífricas o geles según las edades. Los adultos deberían consumir pastas con unos niveles superiores de fluor a los de los niños en contra de lo que se cree, dado que los menores suelen cepillarse con más frecuencia sus encias y dientes e incluso ingerirlas. Según Reuter es posible que algún día salga al mercado una vacuna que combata definitivamente la caries, al estudiarse las bacterias que atacan nuestro organismo y causan las infecciones bucales.
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