A mediodía de ayer el buque Rainbow Warrior llegaba a las Islas Cíes, procedente de la zona de hundimiento del Prestige, con la intención de documentar el estado en que se encontraban los fondos marinos del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, arrasado por la marea negra del Prestige.
Cuatro buceadores de la organización ecologista han realizado varias inmersiones durante más de dos horas en una de las playas aparentemente intactas en superficie, frente a la Isla de San Martín. Los buceadores han podido constatar que la no presencia de fuel en superficie no se corresponde con la situación de los fondos marinos gravemente afectados por el fuel.
Los buceadores han descubierto importantes concentraciones de fuel conformando amalgamas con arena de formas cilíndricas y longitudes de entre 30cm y 1 metro. Éstas se mecían a merced de las corrientes marinas y arrastraban a su paso multitud de especies marinas, especialmente crustáceos. También han descubierto otras manchas de menos consistencia que circulaban entre dos aguas.
«Encontrar fuel en los fondos marinos de una playa aparentemente limpia confirman nuestras previsiones menos optimistas sobre cuál puede ser el estado de los fondos marinos en aquellas zonas donde el impacto de la marea negra ha sido más intenso en superficie», ha declarado Sebastián Losada, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace y uno de los miembros del equipo de buceadores.
A la vez el director ejecutivo de Greenpeace se reunía a bordo del Rainbow Warrior con el director en funciones del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, Emilio Rodríguez, quien ha manifestado que el 90% del Parque Nacional se encuentra afectado por el fuel.
«Es vergonzosa la pasividad mostrada por el Ministerio de Medioambiente a la hora de prevenir los efectos de la marea negra sobre la zona de mayor valor ecológico existente en las Rías Baixas.», ha declarado Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace España.
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