El ganadero deberá asumir en solitario la identificación electrónica del ovino-caprino

El productor de ovino y caprino no sólo se ha visto obligado a asumir una identificación electrónica cara y con múltiples irregularidades como es el bolo ruminal sino que además la Junta de Castilla y León ni siquiera contempla en las bases reguladoras, que se publican hoy en el Bocyl, la financiación de elementos imprescindibles para instalar este método en una explotación como son la alfombra electrónica de lectura masiva o los elementos esenciales del proceso, es decir, el bolo y el crotal.

ASAJA Salamanca ha insistido desde un principio en la necesidad de que se financie al 100% este método, imitando el ejemplo de comunidades como la valenciana, teniendo en cuenta que la adaptación a la normativa comunitaria supondrá un esfuerzo económico casi imposible de llevar a la práctica en las 2.334 explotaciones de la provincia.

No contentos con esta importante deficiencia económica, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha excluido además de estas ayudas a los ganaderos, a título individual, que no estén adscritos a una ADS, cooperativa o asociación de criadores con la dificultad añadida de que sólo un veterinario asignado estará autorizado en estas agrupaciones para efectuar la identificación del ovino-caprino.

A la espera de que se publique próximamente la financiación definitiva que asume la Junta, probablemente no más de 600 euros por solicitante, ASAJA insiste en la ruina económica que provocará la instalación de este sistema en las ya debilitadas explotaciones de ovino-caprino en un año especialmente difícil marcado por la falta de pastos a consecuencia de la sequía. Por ello, esta organización exige, e insiste, a la Administración regional que asuma económicamente al 100% la puesta en marcha de la doble identificación electrónica

ASAJA SALAMANCA

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