Remitido por ASAJA-Sevilla:
El sector ganadero no atraviesa su mejor momento, y prueba de ello son los últimos datos revelados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que hablan de un considerable descenso del ganado ovino-caprino en España durante el pasado año. Según el MAPA, la cabaña española de ovino-caprino cuenta con 1.409.031 animales menos que en 2004, sin duda, una cifra alarmante.
Concretamente, el ganado ovino perdió en 2004 un 6% de su volumen, lo que equivale a 1.167.824 animales, mientras que la reducción de cabras fue aún más acusada, ya que se contabilizaron 242.031 menos, lo que supone una caída del 10%.
Estas cifras, según ASAJA-Sevilla, no son más que una consecuencia de los graves problemas a los que últimamente se está enfrentando el sector, encabezados, principalmente, por la baja rentabilidad de la actividad productiva que, en muchos casos, ha obligado a los ganaderos a cerrar sus explotaciones al ser incapaces de afrontar los elevados costes de producción, y sin que, hasta el momento, las Administraciones Públicas hayan adoptado ninguna medida que impida su desaparición.
Más bien todo lo contrario, ya que en ese aumento de los costes de la producción han influido enormemente las obligaciones administrativas y cargas con las que se grava el producto, además de la reducción de los precios de venta en origen, la considerable disminución del consumo y unos márgenes comerciales excesivos en las cadenas de distribución y venta.
Ante esta situación, ASAJA-Sevilla reclama al MAPA la adopción urgente de un plan de choque que contemple medidas encaminadas a la promoción del consumo, la investigación de la mejora genética de razas autóctonas, la disminución de los márgenes comerciales y el incremento de los fondos agroambientales destinados al sector ovino y caprino.
En definitiva, pedimos al Gobierno Central la puesta en marcha de medidas que eviten la desaparición de un sector que atraviesa una grave situación que, sin duda, se agravará en los próximos ejercicios debido a la sequía que asola la península y las heladas sufridas durante este invierno, y que han aumentado la mortalidad de los animales, así como el gasto extraordinario de alimentación del ganado por la escasez de pastos en el campo, y la adquisición de agua para abrevamiento.
A la sequía y las heladas hay que sumar los problemas sanitarios que actualmente afectan al ganado como son los tratamientos de las epizootías, concretamente, la enfermedad de la “Lengua Azul” y la brucelosis ovina, que en lo que va de año han causado graves perjuicios a los productores que se han visto obligados a sacrificar parte de su ganado.
Además, se prevé que continúe el incremento de los costes productivos, entre los que se incluyen los costes del seguro y de la identificación individual y electrónica del ganado, obligatoria desde el pasado mes de julio.
Por otra parte, los datos del Eurostat, la Oficina Estadística Europea, señalan también un descenso del 2,6% en la producción de carne de ovino prevista para este año en los 25 Estados Miembros de la Unión Europea, aunque será España el país en el que se registrará una mayor caída. Respecto al ganado caprino, los datos europeos hablan de una disminución del censo en la Europa de los 25 de 0,8%, algo menos de 100.000 animales, de un censo de 12,2 millones de cabezas, y una caída de un 2,6% en la producción de carne.
ASAJA- Sevilla