Un informe en el que se analiza la competitividad de las producciones ganaderas en función del precio de las materias primas para alimentación animal concluye que el coste de las fórmulas para vacuno de carne es 107,17 €/ton. mayor en la Unión Europea, concretamente en España (250,193 €/ton.), que en Estados Unidos (143,016 €/ton).
Esto se traduce en que el coste de la alimentación por tonelada de carne en canal de bovino es en nuestro país 924 € superior que en el país norteamericano, concretamente en España supone 2.156,8 €/ton. mientras que en USA no llega a los 1.233 €/ton..
El informe asegura que los costes de las fórmulas para ganado en Estados Unidos son extrapolables a los de Brasil, Argentina, Canadá y otros países productores de oleaginosas y cereales, “lo que explica la pérdida de mercados exteriores que esta sufriendo la Unión Europea, sin capacidad ya de autoabastecimiento de carne de vacuno y en breve de porcino y otras producciones ganaderas”.
Además, según el autor del documento, la diferencia entre el coste total de la carne producida en la UE y en terceros países se acrecentaría al incluir en el análisis otros costes que tiene que afrontar el productor europeo: trazabilidad, los programas de retirada de cadáveres, los costes de MER, programas sanitarios, bienestar animal, exigencias medioambientales y los costes que con lleva cumplir con las regulaciones laborales vigentes en la UE.
Finalmente el informe asegura que si la política comunitaria en materia de OGM se armonizase con la de otros países, los cereales en la Unión Europea estarían del orden de 40 euros/ton. más baratos. Recordemos que en la UE esta prohibido en las raciones alimenticias del ganado el empleo de maíz USA, algunas variedades de soja y maíz argentinos, y el gluten feed y DDG USA.
ASOPROVAC
Este estudio demuestra las pérdidas que están soportando los ganaderos de vacuno de carne en estos momentos en España, si a los 2,2 €/kilos de canal les sumamos 1,6 €/kilos que cuesta el animal de destete al entrar en el cebadero, el kilo de canal le cuesta al ganadero 3,8 euros, le pagan en el matadero 3 €/kilo, le está perdiendo o,8 €/kilo, mas los gastos generales de la explotación. Una ruina, no se dan cuenta de esta situación los 3000 parlamentarios regionales de este pais, o los 500 parlamentarios y senadores de las cortes generales y los 800 parlamentarios europeos, ¿están trabajando en ello?, y la ministra de agricultura, tiene alguna solución al respecto. Mal nos ha ido siempre a los del campo, pero con la política europea, la crisis alimentaria, la economia global, etc. estamos llegando a límites insoportables. Zapatero, !!haz algo!!.
Este artículo pone de manifiesto, una vez más, la incongruencia que representa que hace unos años tuviésemos unos excedentes de cereales tales que llevarón a la UE a fomentar las tierras de barbecho, y el precio de los cerales estaba por los suelos, sin haberse movido al alza durante los últimos 25 años.
Se empezó a ver un haz de luz al final del túnel con el nacimiento de los bicarburantes, lo que hizo pensar en una salida para esos excedentes y una oportunidad de mercado para los agricultores.
Y ahora resulta que tenemos una crisis alimenticia mundial con riesgo de hambruna en paises subdesarrollados, por escasez de cereales, principalmente de arroz; los costes de producción de la ganadería han aumentado de forma vetiginosa. En definitiva, que lo que parecía una salida para el campo se ha convertido en su propia trampa.
Pero dicho así, esto no hay quien se lo crea, porque ¿ es que nuestros campos no producen lo suficiente para alimentar a las personas, a nuestro ganado y además para cubrir la demanda de producción de biocombustibles ?, será que ya estamos demasiados en este planeta. Si de verdad es así, plantar cereales debe ser la mejor inversión hoy día, pero resulta que esto sigue como siempre, mal para el campo, los agricultores no se enriquecen.
Que alguien nos lo explique, porque como yo hay mucha gente que no le encuentra una explicación coherente a ésto, sin una intervención de intermediarios desaprensivos sin limitación legal que almacenen el producto y sean los que verdaderamente se enriquezcan con ello.