El Consejo de Gobierno andaluz ha aprobado un acuerdo por el que se promueve el Pacto Andaluz por la Dehesa, con el objetivo implicar a la sociedad y a las administraciones en la supervivencia de este sistema único en Europa de explotación sostenible de los recursos agroganaderos y forestales, que en Andalucía ocupa cerca de un millón de hectáreas.
El texto del pacto será remitido, para solicitar su adhesión, un amplio listado de instituciones y organizaciones sociales, empresariales, agrarias y ecologistas de la comuni-dad autónoma. La Junta invita también al Gobierno central y a las administraciones de otras comunidades autónomas y países con presencia de este ecosistema para que promuevan pactos semejantes que puedan desembocar en un pacto ibérico por la dehesa. Asimismo, propone a la Unión Europea el reconocimiento de la dehesa como un modelo de desarrollo sostenible que debe ser apoyado en el marco de las políticas agrarias y medioambientales comunitarias.
La propuesta, que a su vez da cumplimiento a una proposición no de ley aprobada el pasado mes de abril por el Parlamento de Andalucía, hace especial referencia a la necesidad de regenerar la cobertura vegetal de las dehesas y mejorar la rentabilidad económica de sus producciones, ante las amenazas que actualmente suponen factores como el cambio climático y el deterioro y progresivo envejecimiento de su arbolado.
En su propuesta del Pacto Andaluz por la Dehesa, la Junta subraya los valores tanto ecológicos como socioeconómicos de este sistema de producción, al que considera paradigmático del desarrollo sostenible hacia el que debe avanzar la economía andaluza. La rica diversidad biológica, el carácter de refugio para muchas de las especies amenaza-das, el papel que desempeñan en territorios en los que apenas hay otras alternativas económicas, la producción de alimentos de gran valor añadido o el gran potencial para el desarrollo de la agricultura ecológica y el turismo rural, constituyen algunos de los rasgos más destacados.
Las dehesas andaluzas ocupan aproximadamente una décima parte del territorio regional, con una especial presencia en Sierra Morena y las serranías gaditanas. En la Península Ibérica, Andalucía comparte este modo de explotación de los recursos con Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla-León y la región portuguesa del Alentejo, principalmente. Su origen se encuentra en el aclaramiento y limpieza de los bosques originarios de encinas y alcornoques para integrar múltiples aprovechamientos asociados (cultivos, ganadería, pastos, caza, leña, corcho, miel, etc.) sin alterar los equilibrios ecológicos.
Políticas de protección
Desde el punto de vista medioambiental, la dehesa tiene actualmente asegurada en Andalucía un alto nivel de protección a través de las leyes autonómicas en materias forestal, de lucha contra incendios y espacios naturales protegidos. Asimismo, la comuni-dad autónoma cuenta con la Reserva de la Biosfera de las Dehesas de Sierra Morena, declarada por la Unesco en 2002. Sus 424.000 hectáreas la convierten en el mayor espacio protegido de este tipo en España y uno de los mayores del planeta.
En cuanto al fomento de las producciones de la dehesa, la Consejería de Agricul-tura y Pesca gestiona diversas líneas de apoyo incluidas en el marco de las medidas agroambientales, a las que se añaden las relativas a las Agrupaciones de Defensa Sanitaria y a la transformación y comercialización de productos.
Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente lleva a cabo diversos programas di-rigidos a mejorar la situación fitosanitaria del arbolado y la producción corchera andaluza, así como para salvar árboles en dehesas afectadas por obras de infraestructuras.
Actualmente, ambos departamentos de la Junta trabajan con el Ministerio de Agri-cultura y con diversas administraciones de comunidades autónomas españolas con el fin de diseñar una posible línea de ayuda específica para las dehesas, que podría financiarse a partir de 2007 con cargo al nuevo Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).
Junta Andalucía