Castilla-La Mancha está trabajando intensamente para evitar que el grave problema de las vacas locas incida de una manera excesiva sobre el sector y para dar la máxima garantía a los consumidores de carne. El Gobierno regional ha acordado hoy poner en marcha una Comisión de trabajo, con la participación de representantes de los productores de carne, de los mataderos y de los consumidores, que probablemente se reunirá por primera vez la próxima semana. Así lo ha explicado hoy en rueda de prensa el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Alejandro Alonso, quien explicó el contenido de la reunión que hoy ha mantenido en Toledo la Comisión sobre seguridad alimentaria del Gobierno regional, que ha presidido el vicepresidente del Gobierno regional, José María Barreda. A esta convocatoria se han incorporado cinco directores generales con competencias en el tema, tres de ellos de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente (Producción Agraria, Alimentación y Cooperativas y Medio Ambiente Natural) y dos de la Consejería de Sanidad (Dirección General de Consumo y Salud Pública y Participación). Según explicó el consejero, en esta reunión se ha realizado un análisis exhaustivo de las materias que son responsabilidad de control del Gobierno de Castilla-La Mancha, con el fin de asegurar la perfecta coordinación de actuaciones entre las autoridades de Agricultura y Sanidad para garantizar el control en todo el proceso desde que el animal comienza su cebo en las explotaciones ganaderas hasta que termina en la carnicería. De otro lado, Alonso señaló que, a pesar de que el Gobierno de Castilla-La Mancha aún no tiene información exhaustiva de la reunión mantenida por el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, supone un avance que los ministros europeos alcancen un acuerdo en un tema tan importante como es el de las vacas locas. Asimismo, indicó que es positivo el planteamiento que los Quince han hecho del diagnóstico de todos los animales de más de 30 meses, la población de riesgo, así como el acuerdo de prohibición del uso de harinas de carne en la alimentación animal. Sobre este extremo, el consejero de Agricultura recordó que el Ejecutivo regional ha defendido siempre que esta medida habría que prohibirla de por vida y buscar una salida a las harinas de carne. En relación a la intervención, Alejandro Alonso lamentó que ni el Consejo de Ministros de Agricultura ni el Gobierno central hayan sido suficientemente explícitos como para emitir una opinión. No obstante, comentó que todo parece indicar que ha habido un principio de acuerdo, y que la decisión final podría adoptarse el próximo día 12, en el Comité de Gestión. “Hubiera deseado que la primera noticia del Consejo de Ministros hubiera sido que se abría la intervención esta tarde o mañana, que se comenzaba a comprar”, dijo el consejero de Agricultura.
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