UAGN afirmó en un comunicado que «las altas temperaturas otoñales reinantes han acelerado mucho el crecimiento del bróculi y se ha producido una sobresaturación de la oferta, imposible de asimilar por el mercado, y los agricultores se han visto obligados a arrojar su producción o destinarla a la alimentación animal».
Según explicó el sindicato agrario, el cultivo del bróculi ha tenido una «notable» expansión en los regadíos navarros durante estos últimos años. Su producción, en un porcentaje de en torno al 80%, se destina a la exportación en fresco, fundamentalmente al mercado inglés.
En torno al 15% lo absorben las congeladoras de la zona y un porcentaje mínimo se destina al consumo en fresco en el mercado nacional.
La causa de la aglomeración de la producción en estas fechas y la ruptura del escalonamiento de su recolección ha sido motivada por las altas temperaturas, pero, según UAGN, «no deja de ser lamentable que, una vez más, los agricultores se vean obligados a arrojar sus producciones con las pérdidas económicas que ello ocasiona».
El sindicato agrario tiene previsto analizar con el director general de Agricultura esta situación, que «significará graves trastornos económicos para sus productores así como para las cooperativas que experimentarán drásticos recortes en su facturación, con la merma de ingresos vía programas operativos de la normativa de organizaciones de productores que ello originará».
UAGN censuró también los «vergonzosos márgenes comerciales de los productos agrarios, que se reflejan fielmente en el bróculi, donde el precio percibido por los agricultores se sitúa en torno a los 10 céntimos el kilo, cuando el precio pagado por el consumidor alcanza 1 euro y 1,5 euros/kg, en los establecimientos de Navarra».
Europa Press