Los directores de las tres agencias dedicadas a la alimentación, con sede en Roma, advierten: «Sin un progreso rápido en la erradicación del hambre, la política y la estabilidad económica mundiales se verán amenazadas, al igual que el uso sostenible de los recursos naturales de los que depende el futuro de las existencias alimentarias de la humanidad».
En el prólogo de una edición especial de la publicación Trabajar juntos – para luchar contra el hambre y la pobreza 2001, Catherine A. Bertini, Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Jacques Diouf, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y Lennart Bage, Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), han afirmado: «Creemos que, a pesar del lento progreso inicial, todavía es posible conseguir el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación 1996 de reducir a la mitad para el año 2015 la cifra de personas hambrientas en el mundo».
«Deploramos la escasez de recursos empleados en la reducción de la inseguridad alimentaria y otras manifestaciones de pobreza, y el aumento de la distancia entre ricos y pobres, tanto dentro de las naciones como entre los diversos países», subrayan los responsables de los organismos de las Naciones Unidas.
«Consideramos que el hambre sea en gran medida un problema creado por las personas, pero que también las personas pueden resolver. La mayor parte de las soluciones son fáciles de entender y se pueden poner en práctica en todos los países siempre que todos los interesados tengan la voluntad política de hacerlo. Pensamos que el hambre es a la vez causa y efecto de profunda pobreza: creemos que a menos que ambas sean vencidas, no se puedan sentar bases sólidas. Suscribimos los principios del ‘Derecho a la alimentación'».
Trabajar juntos explica algunas de las muchas maneras en que los tres organismos han reforzado su cooperación: cita la cooperación entre FAO y PMA en la ayuda prestada al restablecimiento de los kosovares tras el conflicto; la iniciativa conjunta FAO/FIDA para potenciar la producción de yuca; el proyecto conjunto FAO/PMA para la recuperación de las zonas degradadas en Yemen; la asistencia facilitada por FAO y PMA a las niñas y mujeres durante las guerras y las situaciones de emergencia.
Desde 1999 el número de beneficiarios de las actividades conjuntas de FAO, FIDA y PMA se ha cuadriplicado, llegando a casi 9 millones de personas en todas los rincones del mundo, recuerdan esos tres organismos. Ha habido un total de 75 iniciativas conjuntas entre FAO y FIDA, 65 entre FAO y PMA y 7 entre FIDA y PMA.
FAO y PMA han llevado a cabo un total de 50 misiones conjuntas de evaluación de cultivos y existencias alimentarias en los países en situación de necesidad: 25 en Asia, 16 en Africa, 7 en Europa del Este y 2 en Latinoamérica.
FAO