El III Seminario Conservación del Lince Ibérico analiza la creación de nuevos núcleos de población

En el encuentro ha participado el Subdirector General de Biodiversidad, Miguel Aymerich, que ha hecho un repaso sobre las actuaciones del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en la conservación del lince ibérico, desde que se aprobó el Catálogo nacional de especies amenazadas en 1989 hasta la actualidad.

Estas actuaciones, el Subdirector General del MARM las ha dividido en tres etapas, la primera, de 1997 a 2001 fue donde se establecieron las bases de organización y coordinación nacional, creando grupos de trabajo e iniciando el Plan de cría en cautividad del lince.

En la segunda etapa de 2003 a 2007, se estableció la cooperación con las Comunidades Autónomas, Andalucía, Castilla – La Mancha y Extremadura y se iniciaron los contactos con Portugal, país con el que se firmó un Memorando de entendimiento con los objetivos de desarrollar una estrategia de conservación para el lince y el águila imperial.

Centrándose ya, en la etapa actual, años 2007 y 2008, el Subdirector del MARM se ha referido al Memorando de Entendimiento para el desarrollo de un único programa coordinado de actuaciones para la aplicación de la estrategia nacional en las tres CCAA.

Este Memorando creó una Comisión Multilateral para su seguimiento, compuesta por ocho miembros, dos por cada parte, asistiendo invitado Portugal. Sus funciones eran las de coordinar las acciones de conservación del lince en las tres CCAA, conocer y aprobar todos los programas de conservación, educación e investigación del lince en ese ámbito y potenciar el Plan de Cría en cautividad, nombrando además, un Director para el mismo.

En enero de 2007 el Comité de cría en cautividad acabo los trabajos de actualización y revisión y presento un nuevo Plan de cría en cautividad. La nueva estrategia de conservación para el lince, establece metas numéricas concretas a lograr en un plazo determinado. Entre sus objetivos, se encuentra la estabilización de las poblaciones actuales, eliminando las causas de amenaza conocidas, y reduciendo al mínimo el impacto de las amenazas.

En cuanto al aumento del número de linces que viven en las poblaciones existentes, se ha fijado como objetivo que al menos una de ellas supere los 50 linces maduros (sin que suponga más del 90% del total).

Asimismo, se deben restaurar y adecuar áreas para proyectos de reintroducción en áreas de distribución histórica, fijándose como meta que el número de linces supere los 250 individuos maduros y que las poblaciones no muestren signos de declive.

Marm

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