En este apartado de subvenciones la distribución por sectores ha sido de 28 millones de euros para los cultivos herbáceos extensivos, 43 para frutales, 24 para cítricos, 13 para hortalizas y flores, cuatro para olivar, 28 para viñedo, 61 para ganado vacuno y ovino y nueve para otras producciones.
Evolución de la contratación
En cuanto a la evolución de la contratación para los principales grupos de producciones, en los cultivos herbáceos extensivos, se ha producido un significativo incremento, superior al 15 por ciento, como resultado de las buenas expectativas de cosecha que presentaban los cereales de invierno en la pasada primavera.
En el terreno de los frutales se ha evidenciado un incremento próximo al 10 por ciento, que se ha centrado principalmente en las nuevas modalidades de contratación que ofrecen mayores garantías a los productores. Los cítricos, por el contrario, reflejan un cierto retroceso en su volumen de contratación, del dos por ciento, que podría ser una consecuencia del fuerte incremento en la contratación registrado en los años anteriores.
Las flores y hortalizas presentan un incremento en la contratación próximo al 10 por ciento, como resultado de la buena acogida que presenta el seguro entre los productores de tomate, lechuga, berenjena, melón y sandía.
Los datos de contratación en el olivar, si bien, en términos absolutos, registran unos valores reducidos han presentado un incremento significativo en el presente año, del 13 por ciento, mientras que en el ámbito del viñedo, la contratación de las diferentes líneas de seguro existentes registra un incremento medio del cuatro por ciento.
En el conjunto de producciones ganaderas se ha constatado una ligera reducción, del seis por ciento, en la contratación media registrada. Destaca como especialmente significativo la puesta en marcha del seguro para el ganado aviar de carne, una importante demanda de los productores, habiéndose registrado un aseguramiento de unos seis millones de cabezas de «broiler», equivalente a un cinco por ciento de la cabaña.
En términos globales puede señalarse que se ha registrado un aseguramiento próximo a las 500.000 pólizas de seguro, con un coste total de unos 520 millones de euros, lo que representa un incremento de un cinco por ciento respecto del pasado ejercicio.
Siniestralidad e indemnizaciones
En lo que respecta a la siniestralidad registrada, destacan especialmente en 2004, los graves daños que se han registrado en la producción frutícola, como consecuencia, principalmente, de las heladas registradas en los primeros días del mes de marzo. Es igualmente destacable las pérdidas registradas en la producción de tomate en Canarias como consecuencia de la virosis y otras adversidades. En el resto de los sectores productivos la siniestralidad se ha situado en valores medios, próximos al equilibrio técnico, siendo especialmente favorables en cultivos herbáceos extensivos y viñedo.
La cuantía estimada de las indemnizaciones que las entidades aseguradoras abonarán a los agricultores, ganaderos y acuicultores asegurados, se sitúa en los 342 millones de euros, resultado de los 90.000 siniestros declarados en las producciones agrícolas y los 101.000 en las producciones ganaderas.
La distribución por sectores ha sido de 15 millones de euros para los cultivos herbáceos extensivos, 111 para frutales, 31 para cítricos, 15 para hortalizas y flores, cinco para olivar, 25 para viñedo, 96 para ganado vacuno y ovino y 44 para otras producciones.
Por último, debe recordarse que el objetivo que inspira las actuaciones públicas en esta materia es el garantizar la renta de las explotaciones agrarias, ante las consecuencias que se derivan del acaecimiento de riesgos naturales no controlables por el productor. Para lo cual, mediante el sistema de seguros agrarios se pone a disposición de los productores un instrumento moderno y eficaz para la gestión de los riesgos que pueden afectar al sector agrario.
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