Esta cantidad supone que se han activado, en poco más de un año, el 76% de los recursos financieros comprometidos en el Real Decreto 287/2006, más conocido como «Plan de Choque de modernización». Este Plan, por el que se regulan las obras urgentes de mejora y consolidación de regadíos con objeto de obtener un adecuado ahorro de agua que palie los daños producidos por la sequía, implica cuadruplicar la inversión normal anual del MAPA en materia de regadíos.
En lo que respecta al Plan Nacional de Regadíos, cuyo horizonte de finalización es el año 2008, la inversión prevista se ha superado en la actualidad en un 34%, habiéndose actuado en más del 100% de la superficie programada.
Todo ello ha sido posible gracias al esfuerzo llevado a cabo por el MAPA en coordinación con las Comunidades de Regantes y las Comunidades Autónomas.
Las actuaciones están centradas, principalmente, en la sustitución de sistemas de riego obsoletos por otros con tecnología más avanzada y de mayor eficiencia hídrica, incorporando las nuevas tecnologías de información y de la comunicación para una mejor gestión.
Ello propicia tanto la optimización del uso del agua como el ahorro energético, permitiendo mantener la eficacia del regadío y de la actividad agraria en situaciones climáticas adversas como las padecidas en períodos prolongados de sequía.
Estas mejoras en los sistemas de riego conllevan, a su vez, la posibilidad de disminuir la aplicación de los insumos agrarios como fertilizantes y fitosanitarios, desarrollando así una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente, capaz de suministrar alimentos de calidad altamente competitivos tanto en el mercado interior como en los mercados internacionales y manteniendo de esta manera una balanza comercial agroalimentaria positiva.
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