El Mapa Presenta el PNR al Consejo Nacional del Agua

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias, junto al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, ha presentado hoy el Plan Nacional de Regadíos (PNR) al Consejo Nacional del Agua, iniciándose a partir de ahora los trabajos en este órgano de participación para la elaboración de un informe, cumpliendo así la solicitud hecha por el propio ministro Arias. El ministro, en su intervención, ha recordado que en buena parte del territorio nacional, por sus condiciones climáticas "en lo que se refiere a escasez, variabilidad e irregularidad de las precipitaciones, el regadío ha sido y continúa siendo una necesidad ineludible".
Arias ha aludido al consenso alcanzado con las comunidades autónomas y ha pedido al Consejo Nacional de Agua que estudien el PNR "con rigor" ya que "el futuro de muchos agricultores y comarcas depende de que entre todos seamos capaces de ofrecer una planificación realista que responda a los intereses generales".

El pasado día 13, el Consejo de Ministros acordó remitir al Consejo Nacional del Agua, para su preceptivo y urgente informe, el Plan Nacional de Regadíos, horizonte 2008, con una inversión prevista de 836.005 millones de pesetas, y actuaciones en una superficie de 1.377.682 hectáreas, de las cuales corresponden a la mejora y consolidación un total de 1.134.891 hectáreas.

Los regadíos son el principal usuario de agua en nuestro país, de ahí la necesidad de elaborar un Plan Nacional capaz de mejorar la gestión del uso del agua de regadío en España, que repercuta en una mejora de la renta del agricultor, así como en una mayor diversificación de las producciones, y permita, a su vez, reducir el riesgo climático de los secanos.

Los casi 3,5 millones de hectáreas que se riegan actualmente en España presentan un panorama de deficiencias y obsolescencia en las infraestructuras de distribución de agua, habiéndose detectado que un tercio de la superficie regada tiene un suministro de agua que no alcanza el 75% de sus necesidades, de ahí la necesidad de confeccionar un Plan Nacional que solvente estos problemas y optimice la gestión del agua utilizada.

En definitiva, el Plan Nacional de Regadíos es el reflejo de una nueva política de regadíos orientada a vertebrar el territorio, mejorar el nivel de vida de los agricultores y ordenar las producciones y los mercados agrarios. Asimismo, el Plan permitirá mejorar las infraestructuras de distribución y aplicación del agua de riego e incorporar criterios ambientales en la gestión de tierras y aguas.

Principios generales.

Los principios generales que han inspirado el Plan son los de sostenibilidad, cohesión, multifuncionalidad, competitividad, equidad, flexibilidad, corresponsabilidad y coordinación. La sostenibilidad se aplica a las nuevas transformaciones en regadío y a la mejora y consolidación de los existentes, y comprende tanto la sostenibilidad medioambiental como la económica y social.

La cohesión implica planificar un conjunto de regadíos sociales, cuya finalidad sea fijar población en las zonas rurales y reducir las diferencias de renta. La multifuncionalidad se refiere a que el regadío satisfaga no sólo la función de producción de alimentos seguros y de calidad, sino nuevas funciones, como la conservación de los recursos naturales.

El principio de competitividad es esencial, puesto que un regadío competitivo será sostenible. Con respecto a la equidad, se debe mantener el equilibrio entre grupos de usuarios, con objeto de evitar desigualdades. La flexibilidad permite adaptar la planificación a las condiciones cambiantes del sector y la corresponsabilidad supone que las competencias en materia de regadíos estén compartidas entre la Administración General del Estado y las Administraciones Autonómicas. Finalmente, la coordinación implica conseguir la coherencia en las actuaciones de las Administraciones agrarias e hidráulicas.

Objetivos y actuaciones.

El Plan Nacional de Regadíos debe cumplir tres objetivos básicos: optimizar el riego del agua sostenible, fomentar la incorporación de nuevas tecnologías en los sistemas de riego, así como contribuir a la recuperación de los acuíferos sobreexplotados o en riesgo de sobreexplotación.

Para conseguir estos objetivos, las actuaciones previstas se orientarán a la mejora de los regadíos que, en principio, no tienen problemas de suministro de agua y, por otro lado, se consolidarán los regadíos infradotados, ya sea por insuficiencia en las dotaciones o por excesivas pérdidas de agua en sus infraestructuras. La superficie estimada que será necesario mejorar y consolidar en el horizonte 2008 asciende a 1.134.891 hectáreas y la superficie a transformar se estima en 138.365 hectáreas de nuevos regadíos y 86.426 hectáreas de regadíos de interés social, es decir, aquellos que satisfacen no sólo la función productiva sino también la del sostenimiento de la población rural.

La dotación presupuestaria necesaria para acometer la inversión de los programas de mejora y consolidación asciende a 508.562 millones de pesetas. Dichos programas estarán orientados a reparar las estructuras hidráulicas existentes, modificar el sistema de transporte y distribución, cambiar el sistema de riego y otras actuaciones complementarias, como son la mejora de la red de drenaje y de la red de caminos. El presupuesto total final previsto en el Plan, que asciende a 836.005 millones de pesetas, se completa con los programas de transformación de nuevos regadíos, regadíos sociales y regadíos de interés privado, así como con la puesta en marcha de los programas de apoyo.

Financiación.

Las inversiones correspondientes a las Administraciones Públicas y el apoyo económico a los agricultores se financiarán al 50% por parte de la Administración Central, a través del Ministerio de Agricultura, y al 50% por parte de las Comunidades Autónomas, excepto para Navarra y País Vasco, donde serán de aplicación medidas concordantes con su régimen de recaudación y cupo.

En consolidación y mejora de los regadíos, así como en los regadíos de interés privado, la financiación será del 50% con cargo a los fondos públicos y el otro 50% a cargo de los particulares. En zonas regables en transformación y en los regadíos sociales se financiará una media del 77% con cargo a los fondos públicos y el 23% restante a cargo del gasto privado.

De esta manera, la inversión pública total prevista en el Plan Nacional de Regadíos asciende a 502.031 millones de pesetas, de los cuales 237.996 millones los asumirá el Ministerio de Agricultura y 264.035 millones correrán a cargo de las Comunidades Autónomas. La inversión privada total ascenderá a 333.974 millones de pesetas. Con respecto a la aportación de fondos de la Unión Europea, dentro del periodo de programación de desarrollo rural 2000-2006, se recibirán un total de 168.038 millones de pesetas, con cargo a los fondos FEOGA.

La superficie que estará sujeta a los programas contemplados en el Plan Nacional de Regadíos y la inversión prevista para los mismos en cada una de las Comunidades Autónomas, se recogen en el siguiente cuadro:

COMUNIDAD AUTÓNOMA SUPERFICIE (hectáreas) INVERSIÓN TOTAL (millones de pesetas)
ANDALUCIA 316.536 134.074
ARAGÓN 189.692 120.626
ASTURIAS 207 114
BALEARES 6.781 9.094
CANARIAS 15.773 15.706
CANTABRIA 3.776 2.738
CASTILLA-LA MANCHA 120.835 67.888
CASTILLA Y LEÓN 242.457 175.784
CATALUÑA 88.732 55.648
EXTREMADURA 87.325 46.360
GALICIA 8.955 5.390
MADRID 13.550 3.720
MURCIA 69.872 43.896
NAVARRA 42.285 33.538
PAIS VASCO 9.370 8.258
LA RIOJA 28.017 27.106
C. VALENCIANA 115.519 61.190

Nota: los datos de superficie e inversión se refieren a los programas de mejora y consolidación, así como a la transformación de nuevos regadíos

MAPA

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