El mar de Aragón nuevo coto de pesca

La comarca Bajo Aragón-Caspe, los municipios situados a orillas del embalse de Mequinenza, los empresarios y la Federación Aragonesa de Pesca consideran que la única solución para reconducir la caótica situación que se está viviendo en este emblemático pantano es convertirlo en un coto en el que haya que pagar por pescar. Esta medida, que se debería complementar con la puesta en marcha de un plan de gestión en el que participen todas las administraciones implicadas, permitiría obtener unos importantes ingresos que se destinarían a reforzar la vigilancia, mantener limpia la zona y dotarla de las infraestructuras necesarias.

«Queremos que los pescadores sigan viniendo al Mar de Aragón, pero de forma controlada -destaca el presidente comarcal, Javier Sagarra-. Para eso lo primero que hay que hacer es acotarlo, pero llevamos muchos años reclamándolo y el Departamento de Medio Ambiente sigue sin hacernos caso a pesar de que el consejero Boné se comprometió a ello antes de las últimas elecciones».

El embalse de Mequinenza tiene unos 500 kilómetros de perímetro y, según los datos que maneja Medio Ambiente, recibe hasta 600.000 pescadores cada año. Esa enorme afluencia de visitantes, unida a la pasividad de la DGA y de otras instituciones, ha generado una situación «de descontrol total» en la que los pescadores furtivos campan a sus anchas, las orillas se llenan de toneladas de basura y proliferan las acampadas ilegales, el encendido de hogueras, el uso de embarcaciones poco seguras?

Para tratar de mejorar este preocupante panorama, los sectores afectados reclaman que el Mar de Aragón deje de ser un pantano donde para pescar basta con tener licencia y pase a ser un coto de pago gestionado por la DGA o por las asociaciones de pescadores. Teniendo en cuenta que cada día acuden a esas aguas cientos e incluso miles de pescadores, la medida permitiría recaudar una importante cantidad de dinero que luego se invertiría en tener el embalse controlado, limpio y con todos los servicios.

La indignación en el territorio es tal que a principios de junio la comarca, el Ayuntamiento de Chiprana y varias asociaciones deportivas de Aragón y de otras comunidades firmaron un manifiesto «a favor de los territorios con aguas continentales» en el que se exige tanto la creación de cotos y lugares específicos para la pesca como el mantenimiento de una lámina estable de agua a lo largo del año.
«Así no podemos seguir, la situación es insostenible -ratifica el alcalde de Chiprana, Javier Nicolás-. O las administraciones nos garantizan el control total de los pescadores, cosa que con los medios actuales es imposible, o se acota el pantano».
La primera edil de Caspe, Teresa Francín, también apoya las iniciativas que está llevando a cabo la comarca para que se cobre a los pescadores. «El Seprona y los agentes de protección de la naturaleza no pueden llegar a todo -recuerda-. Desde que llegué a la Alcaldía en 1999 se está hablando de crear cotos, pero de momento nadie ha hecho nada».
Por su parte, fuentes del Departamento de Medio Ambiente explican que la consejería que dirige Alfredo Boné «está trabajando desde hace tiempo» en la búsqueda de soluciones a un problema que amenaza seriamente el futuro del Mar de Aragón. «Está habiendo reuniones con todas las partes implicadas y la creación de cotos es una propuesta que se está estudiando -comentan-. El Departamento la ve con buenos ojos, pero hay que definirla y concretar cómo se aplicaría». Las mismas fuentes añaden, además, que en septiembre Medio Ambiente convocará una reunión en la zona para reforzar la coordinación entre las administraciones y la eficacia de las medidas que se están desarrollando actualmente.
El vicepresidente de la Federación Aragonesa de Pesca, Víctor Otal, confirma que Medio Ambiente les ha encargado la elaboración de un plan técnico de pesca para convertir en coto el Mar de Aragón. «Nuestra intención es acotar el embalse entero, o al menos en su mayor parte -explica este cargo federativo-. Vamos a reunirnos con los ayuntamientos y con la comarca. Queremos presentar el documento en noviembre para que el coto sea una realidad en 2011».
El Bajo Aragón también reclama la puesta en marcha de un plan de gestión del embalse de Mequinenza que involucre y coordine a las administraciones implicadas y que regule todos los aspectos relacionados con el pantano. «Nadie puede resolver este problema solo -destaca Javier Sagarra-. Desde la comarca nos ofrecemos para llevar la iniciativa, pero todos tenemos que arrimar el hombro».

Heraldo.es

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