El Marm edita una publicación sobre buenas prácticas en producción ecológica en horticultura

En primer lugar la publicación se centra en la biodiversidad, entendida en sentido amplio como todos aquellos elementos vivos que existen o pueden ser introducidos en las parcelas de cultivo para crear las mejores condiciones de producción cumpliendo diferentes funciones. El libro clasifica la biodiversidad en tres grupos: la biodiversidad genética, es decir las semillas que se emplean, la biodiversidad espacial, donde están los policultivos y los setos, y la biodiversidad temporal, en las que se encuentran las rotaciones de cultivo.

El segundo capítulo estudia la fertilidad del suelo, como aspecto fundamental en la horticultura ecológica y uno de los indicadores que señala con mayor precisión tal fertilidad es el contenido en materia orgánica, explicando que, en términos generales, ésta debe encontrarse entre un 2% y un 3%, dependiendo si es un suelo más arenoso o más arcilloso, respectivamente.

El tercer apartado está dedicado al control de daños de plagas y enfermedades con el fin de evitar que el rendimiento se reduzca de forma significativa. En el caso de que las condiciones preventivas no sean suficientes, este capítulo explica en varios epígrafes la utilización de productos de origen vegetal, mineral, microbiano, trampas y fauna auxiliar aceptados por la normativa de producción ecológica.

El último capítulo se centra en el control de hierbas e indica que en la horticultura ecológica no se pretende la total eliminación de las mismas, sino crear un balance adecuado entre ellas y el cultivo para que el rendimiento no se vea afectado.

Marm

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