El MARM evalúa favorablemente la modernización de 132 hectáreas de regadío en Gargantilla (Cáceres)

Según la resolución, que se publicó el pasado martes en el BOE, el proyecto es viable ambientalmente con las indicaciones asumidas por el promotor y de acuerdo con el análisis y las consultas realizadas.
El proyecto consiste en la modernización de una superficie de 132 hectáreas de la Comunidad de Regantes Gargantas Honduras y Cámbara, con el fin de reducir las pérdidas de agua en la acequias y garantizar el riego de los árboles cultivados (cerezos, olivos y ciruelos) durante el verano. No implica la puesta en regadío de nuevas superficies, ni cambio en el origen de las aguas de riego. Tampoco se prevé ningún aumento del caudal de captación para el regadío.
Las dos tomas de agua proyectadas se construirán aprovechando las ya existentes, y sus dimensiones no superarán en ningún caso los 70 cm. de altura. Por tanto, no es previsible que estas infraestructuras generen ningún tipo de impacto significativo.
El trazado de las tuberías se ha diseñado, en la medida de lo posible, sobre caminos existentes o siguiendo el trazado de las acequias actuales, reduciendo así la superficie de vegetación afectada.
En cuanto a las afecciones a la fauna, el promotor ha comunicado, que si bien no existen datos que demuestren la presencia del lince ibérico en la zona de proyecto, en caso de avistamiento o reintroducción de dicha especie se paralizarán las obras en la época de celo y cría.
Aunque tampoco se ha constatado la presencia de topillo de Cabrera, ni de desmán ibérico, se examinará cuidadosamente la zona antes de comenzar los trabajos y en caso de detectarse la presencia de dichas especies se pondrá en conocimiento del servicio de Conservación de la Naturaleza de la Junta de Extremadura para que determine las medidas a adoptar.
Se han previsto medidas para la integración paisajística del proyecto, así como otras preventivas y correctoras como son: utilización de tierra vegetal excavada en las labores de regeneración de terrenos afectados; eliminación y revegetación de las pistas sobrantes; diseño de taludes suficientemente tendido y su revegetación con especies propias del entorno y la instalación de una valla metálica que rodee el perímetro de la balsa para evitar caídas y accidentes.
En la fase de explotación el principal efecto ambiental tendrá un carácter positivo derivado del ahorro en el consumo del agua que se pretende alcanzar con la ejecución del proyecto.

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