Con la puesta en marcha del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, España se convierte en el primer país europeo en modernizar su legislación para minimizar el impacto negativo de las inundaciones.
Esta es una de las principales actuaciones previstas en la nueva Directiva europea sobre la evaluación y gestión de riadas que el MARM ha transpuesto a la normativa nacional. La Directiva europea parte del principio de que hay que aprender a convivir con las crecidas, riadas o desbordamientos causados por diversos factores, tanto naturales como derivados de las actuaciones humanas.
Por ello y para hacer frente a estos fenómenos, el MARM ha modificado también el Reglamento del Dominio Público Hidráulico y ha establecido una nueva regulación sobre la seguridad de presas, embalses y balsas, además de poner en marcha el ya citado Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables.
Estos son algunas de las novedades que explicará la Directora General del Agua, Marta Morén, el próximo lunes 25 de agosto en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander en el marco del curso ‘La planificación hidrológica. Espacios y objetivos en las políticas públicas del agua’ que tendrá lugar entre el 25 y el 29 de agosto y que ha organizado el MARM.
El tradicional enfoque de plantear soluciones estructurales (construcción de presas, encauzamientos, motas de defensa, etc.) frente a las inundaciones ha demostrado ser insuficiente en determinadas situaciones adversas. Por este motivo, el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino está elaborando un catálogo de medidas de gestión del riesgo.
Se trata de un servicio público de consulta para las Comunidades Autónomas, las administraciones locales y todos los ciudadanos que lo requieran para, por ejemplo, permitir el desarrollo de los entornos urbanos teniendo en cuenta las zonas susceptibles de ser inundadas.
En el territorio de la Unión Europea se producen distintos tipos de inundaciones como son las fluviales, urbanas, o las causadas por el mar en las zonas costeras. Los daños que provocan las riadas o desbordamientos varían según los países y las regiones de la Unión. En consecuencia, cada país debe establecer los objetivos relativos a la gestión de los riesgos de acuerdo con sus peculiares características.
Así mismo, el Ministerio considera imprescindible abordar la gestión adecuada de los embalses existentes en nuestro país con el objetivo de mejorar la seguridad de los ciudadanos frente a estos fenómenos.
La Directiva europea establece tres actuaciones principalmente: la evaluación preliminar del riesgo de inundación, la elaboración de mapas de peligrosidad por inundaciones y mapas de riesgo de inundación, y la puesta en marcha de planes de gestión del riesgo de inundación. Tres áreas de actuación en las que el MARM está trabajando en estos momentos.
Marm