La exposición se celebrará entre los días 24 de octubre y 2 de noviembre, ambos inclusive. La frase, slogan de la exposición que organiza desde hace años la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, dependiente del MARM, contiene en realidad la esencia de la política de protección y gestión de la costa y el medio marino del Gobierno de España.
Con esta muestra, se pretende ofrecer a todo el mundo la ocasión de aproximarse a la costa como espacio ambientalmente valioso y frágil, que merece el mayor de los esfuerzos de cara a asegurar su conservación y su restauración, si fuera necesaria y, desde luego garantizar su uso y disfrute públicos.
El Día Internacional de la Costa, promovido por el Convenio de Barcelona, es unacontecimiento único en el Mediterráneo que pretende promover el valor de la costa y hacer un llamamiento para su conservación. Es el evento clave de una campaña conjunta que llevan a cabo el PNUMA, el Banco Mundial y la Comisión Europea, y tiene dos objetivos principales: hacer de catalizador para concienciar tanto a políticos como al público general sobre el valor de la costa mediterránea, y conseguir un compromiso serio para protegerla.
Para esto, se promueve la puesta en marcha del Protocolo sobre Gestión Integrada de Zonas Costeras (GIZC) del Mediterráneo firmado en Madrid en enero de 2008. El Protocolo GIZC es una herramienta legal que permitirá a los estados gestionar mejor las zonas costeras, así como afrontar los retos emergentes en la costa, como el cambio climático.
Aunque ocupen una superficie relativamente pequeña, las áreas costeras se consideran la parte más valiosa de los territorios nacionales, en la mayor parte de los países mediterráneos y en el resto del mundo. Sin embargo, a causa de recientes cambios ambientales y socioeconómicos, el desarrollo sostenible de estas zonas está muy amenazado y es preciso poner en marcha políticas y medidas adecuadas.
Una reciente publicación del Plan Azul, “Un Futuro Sostenible para el Mediterráneo”, advierte que, si no se toman medidas urgentes en todos los países para frenar la degradación de la costa, cerca del 50% de la línea de costa estará edificada en 2025, aunque el 40% ya lo estaba en 2000. Esta misma fuente desvela otros hechos alarmantes: el 60% de las aguas residuales urbanas todavía se vierten al mar sin tratamiento; las llegadas de turistas se han multiplicado por dos (lo que supone un aumento de 137 millones de llegadas en las regiones costeras) y el transporte crece aun más.
En este contexto, la GIZC y el Protocolo recientemente adoptado se constituyen como las herramientas más eficaces para garantizar un desarrollo costero
sostenible, ya que proporciona un sistema efectivo para asegurar que las actuaciones humanas se llevan a cabo teniendo en cuenta el equilibrio a largo plazo de las prioridades económicas, sociales y ambientales.
MARM