El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas Palau, ha comenzado su visita a Navarra. Tras entrevistarse con el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz Sesma, el ministro ha presidido la reunión de la Comisión de Seguimiento del Canal de Navarra. En la reunión han estado presentes el presidente Sanz, el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Rafael Guerrea Indurain, los consejeros de Economía y Hacienda, Francisco Iribarren Fentanes, de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda, Javier Marcotegui Ros, de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones, José Ignacio Palacios Zuasti, y de Agricultura, Ignacio Martínez Alfaro. Por parte de la delegación del Ejecutivo foral, también han acudido a la reunión el director general de Obras Públicas, Álvaro Miranda, el director de Riegos de Navarra, Miguel Horta, y José Antonio Razquin Lizarraga, en calidad de secretario de la Comisión. Junto al ministro Jaume Matas, la delegación ministerial ha estado formada por el secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, el secretario general técnico del Ministerio, Carlos Vázquez, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, José Vicente Lacasa, y el director del gabinete del Ministerio, Javier Mato. Tras la reunión de la Comisión de Seguimiento de la Comisión del Canal de Navarra y la consiguiente conferencia de prensa, el director general de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, José Ignacio Elorrieta Pérez de Diego, ha presentado al ministro el programa Dinaval. UN PROGRAMA INNOVADOR Y PIONERO La Comunidad Foral, que cuenta con una superficie de 10.421 kilómetros cuadrados, ha dado un valor objetivo a su patrimonio natural, a la madera de sus bosques, a la fragilidad de su vegetación, a la luminosidad de sus paisajes o al grado de interés que sus recorridos por la naturaleza despiertan en sus ciudadanos. El Dinaval es un programa informático innovador, pionero en España, por el que Navarra valora en términos económicos su patrimonio natural. Así, la naturaleza de la Comunidad Foral ofrece un valor económico global de 642.750 millones de pesetas. El valor total resulta de la suma de los valores productivos, ambientales y recreativos de cada espacio. Esta iniciativa forma parte del programa marco de conservación, aprobado por el Gobierno de Navarra en abril de 1999. Así, el Ejecutivo se compromete a mantener un desarrollo sostenible del medio natural. Conocida como «Estrategia para la Conservación de su diversidad biológica y el uso sostenible de sus recursos naturales», esta actuación reconoce la capacidad de valores como la fijación de CO2 por los vegetales para prevenir el efecto invernadero o la protección del suelo. En este moderno concepto de economía el medio ambiente se comprende como un capital que ofrece unos rendimientos en forma de distinta naturaleza (públicos y privados), que a su vez producen tres tipos de funciones económicas que contribuyen a satisfacer las necesidades humanas: provisión de bienes productivos, provisión de servicios suministrados por los ecosistemas y provisión de bienes recreativo-culturales. El Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda ha conseguido plasmar en un inmenso mapa de la Comunidad Foral, construido con fotografías aéreas de escala 1/20.000, los datos relativos a decenas de aspectos del patrimonio natural, resultado de años de estudio, encuestas, mediciones y trabajos. En una primera fase se han introducido en el ordenador los datos concretos de cada una de las aproximadamente 1 millón de hectáreas que tiene Navarra. Los datos recopilados van desde el número de especies animales y vegetales catalogadas en Navarra, hasta las características del suelo o la calidad de la madera de sus árboles. Para determinar en términos monetarios el valor exacto de cada hectárea se ha tenido en cuenta el valor productivo del terreno, el valor recreativo y el valor ambiental o la no explotación. Para calcular el valor productivo de la naturaleza se han calculado como variables los siguientes bienes naturales: madera, pastos, caza, pesca y viento. Para fijar el valor recreativo se han tenido en cuenta dos conceptos: uso de áreas recreativas y valor del paisaje. Consiste básicamente en cuantificar el dinero que un ciudadano estaría dispuesto a pagar por conservar un determinado lugar, con independencia de que se visite o no. Por último, el valor ambiental ha sido el resultado de utilizar el protocolo blue-ribbon, panel que determina a través de 15 normas cómo deben hacerse las encuestas a los ciudadanos para que sus resultados sean válidos. En Navarra se han distinguido 53 tipos diferentes de ecosistemas. Para valorarlos los expertos han calculado un índice de calidad ambiental (ICA), que refleja los índices de madurez de la vegetación, de la singularidad, de la existencia o no de ríos o zonas húmedas, lugares de interés comunitario, espacios naturales protegidos, densidad de vegetación arbórea, forestabilidad, terrenos agrícolas entre los que se ha repartido la Disposición de Pagar.
GOB. NAVARRA