EL MONTE ARBOLADO EN NAVARRA HA CRECIDO UN 24% 20 AÑOS

La extensión de monte arbolado en Navarra ha crecido un 24% en los últimos 20 años, superando en este momento las 460.000 hectáreas (el 46% de la superficie total de la Comunidad Foral).

Estos son algunos de los datos que se desprenden del III Inventario Forestal Nacional, que ha sido presentado hoy por la directora general de Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente, Inés González Doncel, por el director general de Medio Ambiente, José Ignacio Elorrieta Pérez de Diego, y por el jefe del Servicio de Inventario Forestal, José Antonio Villanueva Aranguren.

Asimismo, este Inventario sitúa a Navarra como la provincia con mayor proporción de bosques adultos. Este dato se ha valorado a partir de la biomasa leñosa (volumen maderable con corteza), que se ha incrementado durante los diez últimos años en un 21%, superando lo 54 millones de metros cúbicos de madera. También han experimentado un notable crecimiento los árboles mayores (con diámetro superior a 7,5 centímetros) y los árboles menores (diámetro entre 2,5 y 7,5 cm), con un incremento del 16% y del 22%, respectivamente.

Navarra también se coloca como la comunidad autónoma que más superficie de bosque le corresponde a cada habitante (0,87 hectáreas), por delante de Galicia (0,51 hectáreas), Asturias (0,42 hectáreas) y Cantabria (0,41 hectáreas). Además, a cada uno de los 530.819 navarros les corresponderían 103 metros cúbicos de madera y 1.333 árboles (502 mayores y 831 pequeños).

Actualmente, Navarra cuenta con 707millones de árboles, de los cuales 266 millones corresponden a pies mayores (superiores a 7,5 centímetros de diámetro) y 441 millones a pies menores (entre 2,5 y 7,5 cm de diámetro).

Considerando las principales especies arboladas se aprecia que la ocupación de frondosas autóctonas (haya, encina, quejido, roble común, roble albar y roble pubescente) ha aumentado un 9%, con la novedad de que en la actualidad se presentan en masas mezcladas en mayor extensión que hace 10 años, con lo que se favorece la biodiversidad. Asimismo, las coníferas nativas (pino silvestre y pino alepo) reflejan un aumento del 10%.

Por su parte, el grupo de especies alóctonas de crecimiento rápido, tanto coníferas como frondosas, ha retrocedido en superficie teniendo ahora un 14 % menos que hace 10 años. El pino negro refleja un ligero incremento en superficie, del orden del 10 %.

ESPECIES

El haya, la especie principal de la Comunidad Foral, presenta un 18% más de biomasa leñosa que hace 10 años, pero con un 11% menos de cantidad de pies mayores y una disminución del 31% en menores. La biomasa leñosa total de haya supera los 25 millones de metros cúbicos y el número de pies mayores supera los 72 millones.

La segunda especie en importancia es el pino silvestre cuya biomasa arbórea ha aumentado un 22% y los pies mayores un 8%, mientras que los pies menores han disminuido un 12%.

Los robles común y albar han crecido en biomasa y pies mayores un 17% y decrecido en pies menores un 24 %.

Estos parámetros reflejan un incremento de pino negro (especie alóctona que podría considerarse actualmente asilvestrada) han subido un 17% en biomasa leñosa, un 6% en pies mayores y un 4% en pies menores.

El quejido, la encina, el roble común y el pino alepo, árboles característicos de la región mediterránea, han experimentado un notable aumento de todos sus parámetros de existencias.

Asimismo, se ha constatado más biomasa de abeto que en el II Inventario Forestal Nacional (1991), con más pies mayores aunque los menores han disminuido. La evolución del castaño ha sido negativa, con pérdidas en los tres parámetros: del 24% en biomasa, del 38% en pies mayores y del 40% en pies menores.

De las especies alóctonas de crecimiento rápido, el alerce ha crecido en biomasa arbórea y cantidad de pies mayores, pero ha menguado la de menores un 83%. Por su parte, el pino insigne ha descendido en los tres parámetros, mientras que el roble americano sufre una merma en biomasa arbórea, aunque mantiene estable la cantidad de pies mayores e incrementa la cantidad de pies menores.

Los chopos de plantación se han acrecentado en volumen con corteza y cantidad de pies mayores, pero se han encontrado en el III Inventario Forestal Nacional muchos menos pies menores que en el anterior inventario.

El crecimiento total en biomasa leñosa se cifra en 1,7 millones de metros cúbicos anules. En el caso del haya esta cifra es de 540.000 m3 anuales, en el pino silvestre de 420.000 m3 anuales y para los robles autóctonos de 160.000 m3 anuales. El error relativo en la estimación del valor total en Navarra de la biomasa leñosa ha sido del 3,16% con un coeficiente de confianza del 95%.

LA SITUACIÓN NACIONAL

El III Inventario Forestal Nacional señala que en España la superficie de bosques ha aumentado en un 35% con respecto al último Inventario (1991), dato que se refleja en los 5.000 millones de árboles existentes.

Así, a cada ciudadano de la zona cantábrica le corresponden 280 árboles y 0,54 hectáreas de bosque. Para los habitantes de la zona mediterránea estos datos descienden hasta los 41 árboles por ciudadano y 0,13 hectáreas de bosque. Estos datos son superiores a la media europea, que queda establecida en 0,36 hectáreas por habitante. Como ejemplo, a cada alemán le corresponderían 0,12 hectáreas y a cada habitante del Reino Unido 0,04 hectáreas de bosque.

Este III Inventario se ha realizado en 90.000 parcelas, de un kilómetro cuadrado cada una, situadas en siete comunidades autónomas y extrapolando los datos obtenidos. En concreto, el Inventario se ha realizado en Navarra, Galicia, Asturias, Cantabria, Baleares, Murcia y Madrid. En la Comunidad Foral el estudio se ha realizado sobre 3.024 parcelas, con una inversión de 200 millones de pesetas.

GABINETE DE PRENSA

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