El noroeste de Africa gravemente amenazado por las langostas del desierto

«En las zonas de reproducción de primavera al sur de los Montes Atlas, en Marruecos y Argelia, se multiplican la puesta y eclosión de huevos y la formación de colonias de langostas», afirmó Keith Cressman, Oficial del Servicio de Información sobre la Langosta (FAO). «Es la situación más grave de los últimos diez años en la región», agregó.

En los próximos meses podría peligrar la cosecha de cítricos cultivados en Marruecos y exportados a Europa y Norteamérica, por un valor que ronda los 400 millones de dólares. «En el norte de Mauritania los enjambres son muy numerosos y en Níger también hay colonias de langostas», observó Cressman.

«La infestación de langostas del desierto es difícil de detectar y tratar en su totalidad porque muchas colonias están diseminadas en zonas lejanas. A esto hay que añadir los escasos recursos disponibles en Mauritania y Níger y el rápido agotamiento de los fondos en otros países».

Hasta abril se habían tratado alrededor de 200.000 hectáreas infestadas de langostas en Marruecos. En Argelia, están en marcha operaciones de control de los enjambres que depositan huevos en una vasta ringlera del país que va desde la frontera occidental con Marruecos hasta el confín oriental con Túnez.



Nubes de langostas sobre el noroeste africano

A primeros de abril diversos enjambres volaron desde Marruecos, pasando sobre Argelia, hasta el oeste de Libia donde se han tratado unas 3.700 hectáreas. En el sur de Túnez podría haber una infestación similar, observó la FAO.

En el norte de Mauritania se han formado enjambres nuevos que han dañado las palmeras de dátiles y los cultivos de sorgo y avena. Las operaciones de control se ven obstaculizadas por los recursos limitados y hasta este mes se habían tratado sólo 10.800 hectáreas.

La situación es menos dramática en el norte de Sudán y en la costa del Mar Rojo en Arabia Saudí, gracias a las extensas operaciones de control llevadas a cabo entre diciembre y marzo, cuando se trataron alrededor de 200.000 hectáreas infestadas.

Desde octubre de 2003 se han empleado 17 millones de dólares en operaciones para el control de langostas en 1,4 millones de hectáreas. La mayor parte de esta suma procedía del presupuesto nacional de los países afectados.

La FAO ha contribuido con 800.000 dólares a un proyecto para Mauritania y Marruecos. El Director General de ese organismo, Jacques Diouf, decidió hace poco duplicar la contribución de la FAO facilitando ayuda adicional a Argelia, Chad, Malí, Níger y Sudán.

Los donantes, entre ellos la Comisión Europea, Italia, Noruega, España y Estados Unidos han contribuido hasta la fecha con más de cinco millones de dólares.

Marruecos y Argelia han ayudado con plaguicidas, equipo y expertos a Malí, Mauritania y Níger, mientras Arabia Saudí ha hecho lo proprio con Sudán.



Urgen 17 millones de dólares

Urgen otros 17 millones de dólares para proseguir la campaña actual en primavera y hacerla extensiva en verano a las zonas de reproducción del Sahel en Africa Occidental, informó la FAO. Para acabar con la última plaga de langostas del desierto (1987-89) se necesitaron varios años y más de 300 millones de dólares.

En casi todos los países de la zona los pastos, las palmeras de dátiles, los cultivos de cereales y hortalizas han sufrido daños que afectan también a los agricultores locales y a los trashumantes.

Un recrudecimiento de la plaga de esa envergadura sólo puede controlarse utilizando insecticidas, observó la FAO. Ese organismo emplea los métodos mejores para reducir los peligros para la salud y el medio ambiente. Al mismo tiempo promueve el uso de controles biológicos siempre menos perjudiciales para el medio ambiente.

FAO

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