ASAJA ha convocado a nivel regional movilizaciones (cortes de carretera y otros actos de protesta que se decidirán mañana en la asamblea regional) para exigir tanto al gobierno central que cumplan sus compromisos con los agricultores y ganaderos y, en lugar de medidas cosméticas de cara a la galería, aprueben medidas de calado como la implantación definitiva del gasóleo profesional (que iba a entrar en 2010); el abaratamiento de las tarifas eléctricas al regadío (promesa de Zapatero a las OPAS en diciembre de 2009); el incremento del IVA repercutido a los ganaderos para equipararlo al de los agricultores; la elaboración de planes de apoyo consistentes para sectores en pérdidas (aceite de oliva, aceituna de mesa y ganadería) y la aprobación de una legislación que evite el abuso de la posición dominante de la distribución y las industrias frente a los productores, entre otras. Los balances agroganaderos de los últimos años, incluido el del pasado 2010, no han traído buenos resultados para el sector: subida de imputs, bajada de los precios, desaparición de explotaciones…., y la situación ya se hace insostenible para el campo.
En el año 2010 ha habido pésimos acontecimientos que no ofrecen ningún optimismo al sector agrícola y ganadero para salir de la crisis: la subida del IVA; el nuevo y abusivo aumento de las tarifas eléctricas para riego; la no convocatoria por parte de la Junta de Andalucía de muchas líneas de ayudas agroambientales, como las de agricultura y ganadería ecológicas, de las dehesas, o las de producción integrada de olivar; la no convocatoria de las ayudas del Plan Renove ni de las ayudas para la promoción de nuevas tecnologías en maquinaria y equipos agrarios; la tramitación de la Ley del Olivar, vacía de contenidos, que no ofrece soluciones efectivas a los problemas del sector y, además, la negativa a la aprobación del Almacenamiento privado de aceite de oliva en plena caída de precios y ante la petición unánime de organizaciones agrarias, cooperativas y almazaras. La peor noticia en el plano internacional, fue la firma del Acuerdo UE-Marruecos que en caso de ser ratificado por el Parlamento Europeo restaría competitividad al sector hortofrutícola español.
Podemos hablar de algunos pequeños respiros, un repunte a mitad de año de los precios de los cereales equilibrando en alguna medida las malas cosechas por causa de las fuertes lluvias del invierno (la contrapartida ha sido la subida de los piensos que descompensó al sector ganadero); un nivel medio aceptable de los precios de algunas hortalizas a pesar de que algunos cultivos no levantaron cabeza como el melón, la sandía, la lechuga y la patata que continuaron a pérdidas, y un tímido incremento de 0.28 euros/kilo a 0.30 euros/kilo del precio de la leche de vaca, aunque por debajo de la media europea e insuficiente dado el considerable aumento de costes en la alimentación del ganado.
Lo más amargo fue el hundimiento del olivar y del ovino-caprino, sectores de gran calado económico. El olivar volvió a liquidarse a precios que no cubrieron los costes de recogida ni el mantenimiento anual de las explotaciones, con un precio medio durante los nueve primeros meses de 2010 de 2 euros/litro el aceite de oliva virgen extra, de 1.90 euros/litro el aceite virgen para envasar y de 1.70 euros/litro el refinable, iniciando su caída a primeros de octubre de 2010 (nueva campaña) con una media en los últimos meses de 1.92 euros/litro el aceite de oliva virgen extra y de 1.85 euros/litro el virgen para envasar; solo el refinable subió unos céntimos 1.75 euros/litro de media. En enero y febrero de 2011 el aceite de oliva virgen extra se ha mantenido a 1.92 euros/litro, el virgen extra ha descendido hasta 1.74 euros/kilo y el refinable hasta 1.65 euros/kg. Con todo, Europa sigue sin autorizar el almacenamiento privado y no hay forma de frenar la caída del aceite a pesar de la fortaleza de la demanda y de las exportaciones récord, lo que indica que hay una grave perturbación del mercado. En cuanto ovino y caprino no puede ser más crítica su situación con precios del litro de leche de cabra de hace veinte años, a 0.40 céntimos/litro, muy por debajo de los costes de producción. Urge inmediatamente la aplicación del Plan de Acción para la leche de cabra que prepara el gobierno pero deberá complementarse con otras medidas económicas, fiscales y de mercado extensibles en general a todo el sector ganadero con el fin de evitar su desmantelamiento. No tuvo mejor suerte la producción de almendra que lleva una década de precios en picado, arrastrando consigo numerosas explotaciones. La cosecha se redujo a la mitad y solo se salvó en la zona norte de la provincia aunque con precios que no remontan, 1.00 euros/kilo en cáscara. Tampoco la manzana, pera, melocotón y uva de vinificación salvaron la campaña, ya que los precios fueron ruinosos a pesar del repunte de las cosechas
ASAJA