El parásito de la toxoplasmosis se extiende en el hábitat del lince ibérico

Las especies de felinos silvestres son importantes en el mantenimiento del ciclo selvático de Toxoplasma gondii, pero en la mayoría de estos animales la información sobre la epidemiología y los factores asociados a la infección es muy limitada. Es el caso del lince ibérico, el felino más amenazado del mundo y el carnívoro más amenazado de Europa. Aunque no se han descrito casos clínicos de toxoplasmosis en el lince ibérico, sí se ha reportado mortalidad asociada a infección por T. gondii en el lince rojo (Lynx rufus).

“Los resultados manifiestan una elevada diseminación de Toxoplasma gondii en las poblaciones de lince ibérico”, señala Ignacio García Bocanegra, autor principal del estudio e investigador de Sanidad Animal en la UCO.

La investigación, publicada a principios de este año en la revista Veterinary Parasitology, demuestra además que cuatro felinos nacidos en cautividad entraron en contacto con el parásito durante el periodo de estudio, de 2005 a 2009, lo que confirma la presencia de T. gondii en los centros de cría en cautividad.

“Por eso deberían implantarse medidas para prevenir la infección por T. gondii en estos centros”, advierte García Bocanegra, quien aconseja analizar previamente a los conejos destinados a la alimentación del lince, porque son éstos la principal fuente de infección.

Este trabajo no es el primero que analiza la seroprevalencia de Toxoplasma gondii en los linces ibéricos, pero sí el más completo. Los investigadores analizaron 129 ejemplares de lince ibérico a través de la técnica de aglutinación modificada (detección de anticuerpos frente a T. gondii a partir de suero de lince ibérico), y detectaron anticuerpos en un 62,8%, es decir, en 81 de los 129 felinos analizados.

Además de observar que la seroprevalencia de T. gondii aumenta con la edad de los animales, los resultados muestran la misma seroprevalencia en linces en libertad (un 66,7% de 93 ejemplares)que en los sometidos a cautividad (un 69% de 84 ejemplares). Sin embargo, la seroprevalencia “fue menor en ejemplares nacidos en cautividad (un 22,5% de 40 ejemplares)”, subraya el investigador.

En el estudio, se observó una asociación entre la infección por Cytauxzoon felis y la seroprevalencia frente a T. gondii. No obstante, “la infección por el virus de la leucemia felina no influyó en la seroprevalencia por T. gondii (un 53,8% de 13 ejemplares)”, asegura el investigador.

El equipo no ha observado diferencias significativas entre el sexo de los linces, la región geográfica en la que viven, o el año de muestreo.

La toxoplasmosis es una enfermedad zoónosica que afecta sobre todo a las especies de sangre caliente, incluida la especie humana. Los hospedadores definitivos de este parásito protozoo son los felinos, únicos animales capaces de excretar los parásitos a través de las heces.

Pero los investigadores no han detectado eliminación de estos parásitos “en ninguna de las 58 muestras de heces de lince analizadas”, confirma García Bocanegra.

Sinc

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