En declaraciones a los medios al término del debate, Fragueiro centró los problemas en el principio de estabilidad relativa, el paso del sistema de cuotas a otro modelo de gestión de las capturas basado en el esfuerzo pesquero y la transferibilidad de los derechos de pesca.
Sobre este último punto, Fragueiro recordó que la posición de España es «clara» a favor de unas cuotas de pesca transferibles para la pesca industrial, pero que considera que «no es necesario» para las artes artesanales.
El secretario general del Mar también constató el apoyo «unánime» de los 27 en objetivos como la reducción de los descartes (es decir, las capturas no deseadas que se devuelven al mar), corregir el exceso de capacidad de la flota comunitaria y combatir la sobrepesca.
De hecho, los eurodiputados pidieron «incentivos positivos y negativos» para combatir los descartes porque «no es sostenible» y pidieron contemplar la prohibición de esta práctica si los incentivos no son suficientes.
También hay «convergencia» en asuntos como limitar el acceso a las doce millas a la pesca artesanal, descentralizar la política comunitaria y la necesidad de incorporar la investigación científica «como elemento clave» para obtener información «fiable», añadió Fragueiro.
España también considera que es necesaria una reforma «radical» de la política pesquera comunitaria, pero auguró «dificultades» en las negociaciones en una Europa «de muchos países, con muchísimos intereses», en la que «conciliar posiciones tiene sus dificultades».
La reforma de la PCP no se negociará durante el semestre de la presidencia española, que concluye el próximo mes de junio, pero Fragueiro confió en que el Ejecutivo comunitario presenta un «avance» de la consulta pública y estos primeros debates en el mes de abril.
El objetivo es que el consejo de ministros europeos del ramo tengan un documento de trabajo que debatir ya en el mes de junio.
Europa Press