El pleno del Parlamento Europeo (PE) ha vuelto a denunciar los «abusos» de la distribución a la hora de fijar los precios de los alimentos y ha pedido a Bruselas que vigile más las diferencias entre lo que cobra el agricultor y lo que paga el consumidor por la comida.
La Eurocámara ha aprobado un informe en el que solicita un mayor control sobre los «márgenes» de los precios alimentarios y critica que la Comisión Europea (CE) no preste atención a las prácticas de las cadenas de supermercados, que perjudican al agricultor y al ciudadano. Con este dictamen, el PE pide por tercera vez, en año y medio, medidas ante los «excesos» de la gran distribución.
El PE señala que desde la subida de las cotizaciones de los alimentos en 2007, el consumidor paga por un producto cinco veces más que el precio que recibe el agricultor o el ganadero al venderlo, según el informe, redactado por la griega Katerina Batzeli (Partido Socialista Europeo, PSE).
Los eurodiputados han resaltado su preocupación por actuaciones «que falsean la competencia» como los acuerdos de exclusividad, las ventas a pérdidas o las ofertas a precios «agresivos».
Los europarlamentarios han reclamado a las otras instituciones de la UE que actúen lo antes posible, pues esta diferencia perjudica a los «dos extremos de la cadena alimentaria» y ha pedido una «intervención europea», en el contexto actual de crisis financiera que viven tanto los productores como los ciudadanos.
El PE denuncia la «concentración» de la distribución en un grupo limitado de empresas, tanto en la venta mayorista como en la minorista y apunta que la CE no ha tratado ese asunto en sus propuestas para supervisar los precios alimentarios. Por este motivo, la Eurocámara propone un sistema de seguimiento del mercado, para observar la tendencia de los precios y permitir comparaciones de productos similares en varios países, en colaboración con la oficina estadística comunitaria Eurostat y las asociaciones de consumidores.
El PE ha pedido a los Gobiernos que analicen los precios y que vigilen que sus descensos, en origen, repercutan en lo que abona el ciudadano, mientras que si hay cambios al alza, esto implique mejores ingresos para los agricultores. Además, ha planteado la creación de una base de datos europea con precio de referencia de los productos, así como de los costes por su obtención -salariales, energéticos o de las instalaciones- en toda la UE y ha sugerido un observatorio internacional, en cooperación con la organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO).
La Eurocámara ha abogado por concentrar a oferta de los agricultores mediante las organizaciones de productores o cooperativas, para que tengan más capacidad de negociar frente a la distribución o la industria. También defiende el fomento de mercados locales y las formas tradicionales de comercio, con un mayor contacto directo entre el productor y el comprador.
El PE aprobó informes similares a éste a principios de 2008 y en octubre de 2007.
EFEAGRO