Las tormentas de pedrisco siguen alterando la primavera, y numerosas parcelas de cultivos de la región se han visto afectadas, aunque es pronto para conocer su alcance en las futuras producciones agrarias.
Castilla y León es, junto a Aragón y Castilla-La Mancha, de las comunidades autónomas más perjudicadas por los últimos pedriscos. En Ávila ha habido daños en remolacha y maíz de la comarca de Arévalo-Madrigal. En León, la zona más afectada es la margen izquierda del río Esla, especialmente centrado en la comarca de Los Oteros. Afectó a zonas de agricultura de regadío, pero sobre todo secano de cereal y forraje.
En Palencia, el granizo alcanzó a municipios como Espinosa de Cerrato, Santa Cecilia del Alcor, Grijota o Palencia capital. En Salamanca, había notificaciones de pedrisco en puntos como Villagonzalo de Tormes, Anaya de Alba o Encinas de Abajo. En Zamora, las tormentas alcanzaron a la comarca de Benavente-Valles y Campos-Pan.
Soria ha sido una de las provincias más afectadas, con una tormenta de granizo que arrasó especialmente a una franja de zonas de labor y de monte comprendidas entre Morcuera y Noviales, donde hay parcelas afectadas al cien por cien, pero también dañó a otros municipios de la provincia.
No obstante, tanto en Soria como en el resto de provincias de la región, es muy posible que existan otras zonas dañadas, porque las tormentas han sido generalizadas y hasta que no se pueda entrar a las fincas no se conocerán todas las pérdidas.
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