LA UNIÓ de Llauradors denuncia que continúa el hundimiento de los precios del aceite de oliva en origen, ya que durante esta campaña se sigue vendiendo por bajo los costes de producción. Este hecho supone unas pérdidas de 800 euros por hectárea para el productor por segundo año consecutivo. Esta campaña el precio ha caído, con respecto a la medio de las campañas que van de 2005-2006 a 2007-2008, el 35% para el aceite de oliva virgen extra, el 32% para el aceite de oliva virgen y el 33% para el aceite de oliva refinado.
LA UNIÓ reitera que ésta crisis de precios se debe a la presión que ejerce la gran distribución a la hora de fijar el precio, ya que en el conjunto del Estado español, la distribución comercial organizada cuenta con una cuota de mercado del 86% del total de las ventas en el caso del aceite de oliva, y del 88% en el caso del aceite de oliva virgen extra. Además, en todo el Estado, un 57% del aceite de oliva y un 44% del aceite de oliva extra virgen se venden bajo marca blanca, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Desde LA UNIÓ se reclama al Gobierno central y al autonómico que establezcan, de una vez por todas, políticas eficaces en este sector estratégico para las zonas de interior de la Comunitat Valenciana, tanto desde el punto de vista económico, como social, medio ambiental y paisajístico. Entre las propuestas que desde LA UNIÓ se hace llegar a la administración agraria cabe destacar las siguientes:
1. Investigación de oficio por parte de la Comisión Nacional de la Competencia por si la gran distribución está infringiendo la ley por abuso de posición dominante.
2. Incrementar las inspecciones y controles del etiquetado para evitar posibles fraudes al consumidor. Desde el pasado mes de febrero estas competencias están transferidas a la Conselleria de Agricultura, la cual no ha informado del resultado de las inspecciones.
3. Promocionar los beneficios y la calidad de los aceites de oliva virgen y extra virgen de la Comunitat Valenciana. La Administración debería iniciar una campaña de promoción para incrementar el consumo de aceite virgen y virgen extra y lograr pasar del actual consumo de 2,7 litros por persona y año a los 3,7 litros por persona y año.
4. Adecuar la fiscalidad de los productores a la pérdida de ingresos que están teniendo como consecuencia de la crisis de precios.
5. Modificar las normas de comercialización por las que no se pueda mezclar el aceite de oliva con el de semilla. LA UNIÓ de Llauradors está elaborando, junto con La Unión de Uniones y con el apoyo de las asociaciones de consumidores, una propuesta legislativa para lograr que la Unión Europea prohíba las mezclas de aceite de oliva con el de semilla. Así mismo, se solicita un incremento de las inspecciones de aceites de países terceros.
La Unió