El presidente del Gobierno pone en marcha en Murcia y Almería las obras del trasvase del Bajo Ebro

Nota del Ministerio de Medio Ambiente
El presidente del Gobierno, José María Aznar, acompañado de la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, puso en marcha ayer las obras del trasvase del Bajo Ebro, con la colocación de las dos primeras piedras en los tramos de Ojós-Archena, en Murcia, y Huércal Overa, en Almería.

Durante el acto, el presidente descubrió un hito kilométrico conmemorativo donde se colocó la primera piedra: una urna de metacrilato con ejemplares de la prensa diaria, un dossier técnico del proyecto, una vasija con agua del Ebro tomada en el nacimiento del río, en Fontibre (Cantabria), varios recipientes con semillas de cítricos y otros cultivos, y un pergamino con un texto de Marcelino Menéndez Pelayo sobre el río Ebro.

Por otro lado, el presidente del Gobierno y la ministra de Medio Ambiente visitaron la conexión entre el embalse granadino del Negratín y la comarca de Almanzora en la provincia de Almería, un trasvase de 120 kilómetros que permitirá transportar hasta 50 hectómetros cúbicos anuales para garantizar 24.000 hectáreas de regadío de 27 municipios.

4.207 millones para acabar con la falta de agua

El trasvase del Bajo Ebro, cuya inversión asciende a 4.207 millones de euros, es una de las actuaciones más importantes recogidas en la Ley del PlanHidrológico Nacional, aprobada por mayoría parlamentaria en junio del año 2001, que llevará parte de los excedentes del río Ebro en su desembocadura – hasta 1.050 hectómetros cúbicos anuales- hacia el entorno metropolitano de Barcelona y las cuencas hidrográficas del Júcar, Segura y Sur, en Almería, con el fin de paliar el déficit hídrico que sufren estas zonas.

Antes, se han optimizado los recursos disponibles en estas zonas mediante la reutilización, la modernización y ahorro en los regadíos, el uso de aguas subterráneas y la desalación, esta última como medida complementaria. Con estas actuaciones de gestión racional, el déficit estructural que sufre el Mediterráneo, que se cifra en unos 2.200 hectómetros cúbicos, se reduce a 1.050, que es la cantidad prevista en las transferencias autorizadas por la Ley del Plan Hidrológico Nacional.

Las aguas trasvasadas, que en un 45% se destinarán a abastecimiento urbano y en un 55% a regadíos infradotados ya existentes y recarga de acuíferos sobreexplotados, se distribuirán del siguiente modo: hasta 190 hm3 garantizarán el abastecimiento del área metropolitana de Barcelona; 315 hm3 irán al Júcar; 450 hm3 llegarán a zonas de la cuenca del Segura; y 95 hm3 serán para Almería.

Un trazado con el mínimo impacto

El trazado del trasvase del Ebro, de 914 kilómetros, discurre en la mitad de su recorrido por corredores ya existentes, con lo que el impacto sobre el entorno se reduce al mínimo, y la zona protegida afectada es de sólo 0,4%, es decir, apenas 3,3 kilómetros de los casi mil del trazado.

Además, para que la afección sea prácticamente inexistente, la Declaración de Impacto Ambiental incluye hasta 210 medidas diferentes: un plan de vigilancia ambiental, la protección de espacios de la Red Natura 2000 y de especies como el águila perdicera o la tortuga mora; la instalación de pasos de fauna en todos los tramos; o la colocación de barreras para evitar la traslocación de especies.

El trazado proyectado transcurre a través de 332 kilómetros de canales, 96 km de túneles, 391 kilómetros de tuberías, 83 km de sifones y 12 km de acueductos y se completa con la construcción de 21 balsas, 69 almenaras y un embalse de 100 hectómetros cúbicos en Azorín (Alicante), infraestructuras todas que permitirán regular el caudal del agua trasvasada.

Los dos primeros tramos

Estos dos primeros tramos, cuyo presupuesto de adjudicación suma más de 16 millones de euros y su longitud conjunta es de 15 kilómetros, aprovecharán, en ambos casos, infraestructuras hidráulicas ya existentes.

El tramo hoy iniciado en la provincia de Almería comprende 8,2 kilómetros entre la boca sur del Túnel de El Saltador y el Camino del Cerro Minado, trazado que discurre íntegramente por el término municipal de Huércal-Overa. La ejecución de esta parte del trasvase cuenta con un presupuesto de 11.880.608 euros y un plazo de ejecución de 10 meses.

Para su ejecución, este tramo adapta la infraestructura existente al nuevo proyecto. Así, en los primeros cuatro kilómetros se instalará una tubería en paralelo a la ya existente, que llevará las aguas procedentes del acueducto Tajo-Segura y del trasvase del Ebro. La que funciona actualmente se utilizará como desagüe.

En el resto del tramo, la nueva tubería se situará dentro del canal, corredor que actualmente transporta las aguas del Tajo-Segura. La obra incluye el soterramiento del canal y la revegetación de la superficie. El caudal alcanzará los ocho metros cúbicos, capacidad suficiente para llevar los caudales de las transferencias del Ebro y del Tajo-Segura.

Por otro lado, el tramo que se inicia en Murcia tiene una longitud de 6,5 kilómetros y discurre entre el final del sifón del Segura y el acueducto de Campos del Río. El presupuesto de adjudicación es de 4.328.323 euros y el plazo de ejecución, de 12 meses.

En esta parte del trazado del trasvase del Bajo Ebro también se aprovecha el canal del postrasvase Tajo-Segura. En este caso, el proyecto utiliza la infraestructura existente, pues el ancho es válido para transportar el caudal, y recrece los muros del canal en más de un metro, aumentando de este modo la capacidad de transporte del acueducto de 11 metros cúbicos por segundo a 21.

MMA

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