Nota de ASAJA-TOLEDO
“La Confederación del Guadiana tiene la clara voluntad de sentar las bases que permitan regularizar todo lo que sea posible”. Con estas palabras contestaba el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Enrique Calleja, a la pregunta formulada por el presidente provincial de Asaja, Manuel Juárez, en relación al compromiso de la Confederación de normalizar los pozos en situación irregular en los acuíferos no sobreexplotados de la cuenca del Guadiana, como es el caso de los 19 y 20, que afectan a numerosos municipios de Toledo y Cuenca. Calleja hizo estas declaraciones ayer en Villacañas ante más de 500 agricultores, en un acto informativo organizado por Asaja de Toledo y en el que, además del propio Calleja, intervinieron el secretario regional de Asaja, José María Fresneda, y el presidente de esta organización en Toledo, Manuel Juárez.
El responsable de la cuenca del Guadiana recalcó que el Plan Especial del Alto Guadiana debe ser “el punto de inicio, no el final” en este proceso de regularización, pues es “un marco de referencia jurídico flexible que permite dar un trato diferenciado a los aprovechamientos de agua de estos acuíferos no sobreexplotados”. En este sentido, Calleja reconoció la importante labor desempeñada por los dirigentes de Asaja en Cuenca y Toledo para que la Confederación tomara conciencia de lo diferente que era la situación en estas zonas sin problemas de sobreexplotación pues “la situación compleja de los acuíferos sí sobreexplotados ha ocultado el problema de los que no lo están a la Administración hidráulica”.
Los pasos que se deben seguir para la normalización de los pozos son, principalmente, tres, según el dirigente de la Confederación. En primer lugar, cerrar la constitución de las Comunidades de Regantes, asunto en el que, en la actualidad, está trabajando Asaja de Toledo sobre la base de unos Estatutos presentados ya en 1998 ante la Confederación y que está a expensas de los últimos retoques. El segundo sería la realización de un inventario que recoja la superficie de regadío y el número de perforaciones y su situación. Por último, sobre el conocimiento de la realidad se regularizaría “bajo un régimen de concesiones de agua” en el que, además, se permita tener pozos comunitarios con los que regar varias parcelas. Según Calleja, el objetivo de la Confederación es, a la hora de legalizar, priorizar los aprovechamientos hídricos que se destinen al riego de cultivos sociales, leñosos fundamentalmente (el 90% de los pozos riegan viñedo), y, también, se podría dar prioridad a los hechos por agricultores a título principal, a los que rieguen explotaciones de un tamaño determinado, etcétera” En este sentido, el presidente del Guadiana aclaró que las Comunidades de Regantes tendrían mucho que decir a la hora de fijar estos u otros parámetros.
Tanto el presidente de Asaja en Toledo, Manuel Juárez, como el secretario regional de la asociación, José María Fresneda, conminaron a Calleja a que esta vez sí fuera la definitiva para resolver este problema ordenando, de una vez por todas, la cuenca del Guadiana, para que “nuestros agricultores trabajen en un medio rural de futuro”. Por su parte, Fresneda resaltó que “Castilla-La Mancha no es una región deficitaria en agua. Sin embargo, aquí, con agua, no podemos regar, y en Murcia, sin agua, sí pueden”.
ASAJA-TOLEDO