El Ministro de Agricultura, Alimentación, Pesca y Asuntos Rurales ha presentado un proyecto de presupuesto continuista para el año próximo, que asciende a 4.975 millones de euros. En la documentación distribuida se añaden dos partidas por valor de 176 y 25,7 millones de euros que figuraban en el presupuesto 2003, a fin de que la cifra total llegue a 5.177,14 millones de euros, que es tan sólo un 0,1% inferior a los 5.180,09 millones del año en curso. Estas partidas, que corresponden al servicio del “équarrissage”, retirada y destrucción de animales y desechos de riesgo para la salud humana o animal, y a una subvención transitoria a la Asociación de Desarrollo Agrícola y Rural (ADAR) que desaparece, han salido del presupuesto y, en consecuencia, éste se reduce de hecho en 205 millones de euros (-4% con relación al presupuesto inicial para 2003), lo que demuestra que para el Gobierno, en una situación difícil de contención del gasto, la agricultura no se encuentra entre las primeras prioridades, como se ha apresurado a expresar el Presidente de la FNSEA, quien entiende que ésta es una muestra más del abandono en que está el campo, mientras el Presidente de Jóvenes Agricultores califica de inadmisible el recorte presupuestario, en un momento en que los agricultores, tras la dureza de la climatología de este año, necesitan de la solidaridad nacional.
En todo caso, el presupuesto del Ministerio es sólo una pequeña parte de los recursos públicos que se ponen a disposición del sector agrario y que, en su conjunto, alcanzan unos 29 millardos de euros. Esta cantidad se distribuye porcentualmente del siguiente modo:
• 41%. Dotación para las prestaciones sociales agrícolas, sin contar las cotizaciones de los agricultores.
• 16%. Dotación para agricultura, alimentación, seguridad alimentaria, pesca y asuntos rurales.
• 4%. Presupuesto de enseñanza e investigación.
• 34%. Presupuesto comunitario.
• 2%. Participación de otros Ministerios.
• 3%. Participación de las colectividades locales.
De las grandes líneas citadas, el Ministerio gestiona directamente las tres primeras aunque, como es lógico, las otras tres mantienen estrechos lazos y relaciones de interdependencia con aquellas.
El presupuesto, en el que se financian las prioridades a partir de economías realizadas en otras áreas, trata de servir a los siguientes principios que, en definitiva, sirven para confirmar la política gubernamental en agricultura:
– Promover una agricultura económicamente fuerte y ecológicamente responsable.
– Reforzar la seguridad sanitaria y la calidad de los alimentos.
– Acompañar la gestión sostenible de los territorios rurales y del bosque.
– Modernizar la flota pesquera francesa y apoyar a las empresas de pesca y de cultivos marinos.
– Apoyar el papel de la enseñanza agrícola pública.
– Respetar los compromisos del Estado con la enseñanza privada.
– Asegurar el pago de las jubilaciones.
Entre las medidas concretas más significativas, en el marco de un presupuesto continuista, se encuentra un aumento del 12% de la dotación para compensar las dificultades en áreas desfavorecidas, especialmente en zonas de montaña, que verán elevarse un 5% las cantidades a percibir por las primeras 25 hectáreas.
También se incrementa un 9,8% la partida en apoyo de la instalación de jóvenes agricultores y un 27% la correspondiente a los contratos de agricultura sostenible, si bien, en realidad, se ha realizado un cierto artificio puesto que se ha incorporado un presupuesto de 90 millones de euros que había sido aprobado a lo largo de este año, con lo que el total en 2003 sería de 290
millones, mientras que lo presupuestado para 2004 es de 254,74 millones de euros.
También las partidas destinadas a la pesca aumentan un 23,5% y pasan de 27,79 millones de euros a 34,31 millones, entre las que destaca un incremento del 49% de los gastos a favor de las empresas, basado en la apertura de una línea para apoyar la
concesión de préstamos bonificados dotada con 10 millones de euros. La subvención a IFREMER, organismo de investigación, crece muy ligeramente, mientras que disminuye, al igual que viene sucediendo desde el pasado año con el resto de las oficinas de intervención, la de OFIMER en un 9%.
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