Cada año los incendios afectan a una superficie de unos 350 millones de hectáreas, con daños a la propiedad, medios de subsistencia y con frecuencia, pérdida de vidas humanas. Los incendios forestales no controlados contribuyen además al calentamiento global, la contaminación del aire, la desertificación y la pérdida de biodiversidad.
La prevención es una de las medidas más eficaces, y una vigilancia eficaz puede ayudar en las alertas tempranas, la toma de decisiones para intervenir y para medir el impacto del fuego.
Los países en desarrollo son a menudo los más vulnerables al impacto destructor del fuego, con su secuela de pérdida de vidas humanas y de propiedades, y la destrucción de recursos naturales.
En Etiopía y Sudan meridional, los incendios destruyen millones de hectáreas cada año. Entre 2000 y 2008, se produjeron más de 200 000 incendios en Sudán. En ese mismo período, la cifra de incendios fue más del doble en Etiopía.
A principios de 2009 los incendios forestales provocaron daños valorados en millones de dólares EE.UU. en California y en el estado australiano de Victoria. Los incendios en esta última zona en febrero pasado mataron 173 personas, dejaron a 7 500 sin hogar y destruyeron unas 2 000 casas, calcinando una superficie de 450 000 hectáreas. El coste total de los incendios para las aseguradoras podría alcanzar 1 500 millones de dólares.
En los últimos días 10 000 personas han sido evacuadas a causa de incendios incontrolados en el oeste de Canadá. Un numeroso contingente de bomberos ha sido desplegado en Grecia, España, el sur de Francia y la isla italiana de Cerdeña, en donde el fuego ha arrasado propiedades y provocado diversas víctimas entre los bomberos.
¿Quien es responsable?
El aumento de la densidad de población implica un riesgo más alto de incendios, debido a la mayor demanda de tierras y otros recursos naturales. La mayor parte de los incendios son provocados por el hombre, ya sea por negligencia, intereses económicos, uso imprudente del fuego en la agricultura y los pastizales, desbrozamiento ilegal de tierras o incendios intencionados.
También existe la preocupación por la urbanización de zonas de elevado riesgo de incendios, que aumenta los problemas del control y la gestión de los mismos.
¿Pueden los gobiernos arriesgar dinero y vidas humanas en zonas susceptibles de sufrir incendios, permitiendo a la gente vivir en lugares de elevado riesgo sin tomar las medidas preventivas adecuadas?. Estas medidas incluyen la limpieza de la maleza y ramas bajas situadas en las cercanías de las viviendas que no respeten las normas anti-incendios.
Otra medida eficaz para reducir el riesgo de incendios es obligar a que las quemas sean controladas. Tanto los gobiernos como los ciudadanos tienen su parte de responsabilidad. La lucha contra los incendios es cada vez una cuestión más compleja que requiere que se involucren diferentes sectores y grupos de interés para ser eficaz.
Control de incendios
Debido al aumento en frecuencia y severidad de los incendios forestales y de áreas de matorrales en zonas como el Mediterráneo, África subsahariana, Australia, Canadá y EE.UU. la lucha contra los incendios es de vital importancia para la salud humana, la protección del medio ambiente y la gestión de recursos naturales.
Los satélites son cada vez más una herramienta para la lucha contra incendios, ya que proporcionan información en tiempo real a los equipos encargados en su extinción. La FAO trabaja de forma conjunta con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EE.UU. (NASA), utilizando satélites para controlar los incendios, creando un sistema de alerta temprana que proporciona datos sobre la localización del fuego y la pérdida estimada de biomasa y biodiversidad.
Al mismo tiempo, las mediciones efectuadas sobre el terreno son esenciales para validar la información obtenida mediante satélites.
Participación de las comunidades locales
La participación de las comunidades locales es crucial para reducir los incendios forestales y su impacto. Por esta razón, la mayor parte de los proyectos de campo de la FAO de manejo de incendios incluyen actividades con las comunidades locales para ayudar en prevención, vigilancia y lucha contra los incendios.
Estos proyectos incluyen, entre otros, las campañas de concienciación, la creación de capacidad y el equipamiento de las brigadas locales de bomberos.
Gestión integrada de incendios
Debido a la complejidad de la gestión de la lucha contra incendios, las políticas deben tener un enfoque integrado debidamente equilibrado y con la debida atención y recursos destinados a todas las actividades relacionadas. Aquí se incluyen la prevención, la alerta temprana, la vigilancia y la evaluación, preparación ante el fuego y extinción de incendios, pero al mismo tiempo restauración tras el fuego.
La FAO trabaja con los países en desarrollo para fortalecer su capacidad e implementar los principios y acciones detallados en las Directrices voluntarias para la gestión de incendios, coordinadas por la FAO.
Los incendios ocurren dentro y fuera de los bosques, y afectan a las superficies forestales y otras clases de terrenos. De esta forma, una gestión integrada del fuego reúne todos los tipos de vegetación afectadas por los incendios: bosques, zonas forestales, zonas de maleza y los pastizales, praderas y zonas de pastos en sus diversas categorías.
FAO