El proyecto español TRAGAMÓVIL para la recogida y reciclado de los teléfonos móviles ha recibido fondos comunitarios a través del proyecto LIFE-Medio Ambiente. Este proyecto, presentado hoy por el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, ha obtenido la máxima valoración por parte de la UE por tratarse de un sistema eficaz para la gestión ambiental específica de un tipo de residuos que crece notablemente.
Los residuos de los teléfonos móviles crecen por encima de la media del conjunto de residuos procedentes del sector eléctrico y electrónico y que ya de por sí crece un 4 por ciento por encima del resto de residuos.
El TRAGAMÓVIL se puso en marcha en el 2001 como experiencia piloto por la Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones (ASIMELEC). El Ministerio de Medio Ambiente apoyó desde el primer momento esta iniciativa, por tratarse de una solución ambientalmente adecuada para solucionar los problemas derivados de la creciente generación de este tipo de residuos. La experiencia TRAGAMÓVIL llegó a todas las poblaciones españolas de más de 50.000 habitantes, a través de 300 puntos de entrega y contó con la participación de ciudadanos, establecimientos, tiendas y servicios técnicos.
A partir de ahora y gracias a la ayuda comunitaria del proyecto LIFE que destinará 1.090.000 euros a este proyecto, se desarrollará un sistema integrado de gestión específica para este tipo de residuos, impulsando su recogida selectiva y concienciando a los ciudadanos sobre la necesidad de su reutilización y reciclaje para ahorrar materias primas y proteger los recursos naturales.
Recientemente, se ha culminado el proceso de conciliación entre el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE y el Parlamento Europeo por el que se adopta el texto de la Directiva sobre la gestión de los residuos de equipos eléctricos y electrónicos. Está previsto que esta directiva entre en vigor en el primer semestre del año que viene.
Esta Directiva plantea el objetivo de que antes del uno de enero de 2007 se tiene que lograr una tasa de recogida anual de 4 kilogramos de residuos eléctricos y electrónicos por habitante.
La Moncloa