Los participantes en el debate estuvieron de acuerdo en destacar que la actual crisis financiera supondrá un cambio en materia de desarrollo sostenible y de gestión del agua, pero también una oportunidad para alcanzar el consenso entre los grupos de interés y de competitividad para las empresas.
“La gestión del agua es uno de los principales retos a los que se enfrenta la sociedad contemporánea; es un bien económico, social y de valor medioambiental”, afirmó Justo Mora, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Tajo. El representante del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, abogó también por la puesta en marcha de “procesos de participación ciudadana, donde todos los sectores implicados contribuyan con sus ideas, y se llegue a una fórmula pactada para un uso sostenible del agua”.
Para Ger Bergkamp, director general del Consejo Mundial del Agua, tenemos la responsabilidad de tomar medidas y demandar un cambio fundamental, mostrando solidaridad con aquellos que no tienen acceso al agua, movilizando a los ciudadanos en este cambio. “Tenemos que lanzar un mensaje positivo de participación, hacer un sector económicamente viable en todos los países, con servicios donde intervengan el sector público y privado; innovar en el ámbito del saneamiento, buscando el tratamiento de las aguas residuales, para que sea un recurso y no sólo un problema; y buscar nuevos caminos de diálogo, de los ciudadanos y de los políticos”, dijo. Según Bergkamp, el Foro Mundial del Agua, que se celebrará en Estambul (Turquía) en marzo de 2009, será una oportunidad de que los políticos se involucren y “busquen un consenso entre ellos para encontrar un solución a los problemas del agua”.
Domingo Jiménez Beltrán, ex-director de la Agencia Europea de Medio Ambiente e introductor del debate, comentó que “hay que enmarcar el agua en una estrategia global de desarrollo” y, al igual que otros participantes, señaló la necesidad de actuar sobre la gestión de la demanda y no de la oferta como hasta ahora. “No hay una crisis de recursos, sino de gestión, y hay que crear las condiciones para superar esa crisis de gestión, con una mejor gobernabilidad del recurso, apelando al establecimiento de una estrategia a medio y largo plazo”, señaló.
Juan Antonio Guijarro, director de Agbar Agua, habló del papel del sector privado para garantizar un uso sostenible del agua, a través de tecnologías más eficientes y la colaboración con las administraciones para concienciar a clientes y ciudadanos en su gestión responsable. “La crisis no debe ser la excusa para justificar que la problemática ambiental pase a un segundo plano, sino una oportunidad de desarrollo y competitividad”.
El ejemplo más práctico llegó de la mano de Inmaculada Mayol, teniente de alcalde de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona, que contó la experiencia de la Ciudad Condal, que convirtió la sequía del pasado año en una oportunidad, mediante políticas de ahorro de agua entre los ciudadanos, la recuperación de acuíferos locales, el aprovechamiento de las aguas depuradas y la desalación de agua marina.
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