En líneas generales, el sector agroalimentario perteneciente a PROAGRO está configurado por pequeñas y medianas empresas, en su mayoría de carácter familiar, que desarrollan un gran potencial económico que favorece la expansión empresarial.
El sector que genera más empleo, según el estudio realizado por ésta asociación es el vitivinícola, teniendo en cuenta la temporada de recogida de la uva y la posterior comercialización del vino, seguido de los cítricos, los frutos secos, las cárnicas y embutidos, harinas, aceites y elaboración de quesos.
Las acciones desarrolladas por PROAGRO en el sector agroalimentario a través de diversos programas de información y promoción permite a sus asociados ampliar conocimientos en sus sectores y una mayor cualificación profesional. Por otra parte, la calidad de los productos agroalimentarios sigue siendo el caballo de batalla de PROAGRO para garantizar la competitividad en un mercado europeo muy saturado. Un factor determinante, el del aseguramiento de la calidad, en materia de exportación y, al que todavía se acercan con reticencias algunos productores.
La evolución económica del sector agroalimentario dependerá en los próximos años de la capacidad técnica, la aplicación de nuevas tecnologías y la formación de los trabajadores y empresarios. A partir de ahí se trata de conseguir un nivel de profesionalidad que situará a las empresas agroalimentarias en una adecuada posición para competir en el mercado.
Las previsiones de PROAGRO en cuanto a potenciación de la economía en los próximos años son muy optimistas, puesto que se va a seguir incidiendo en la revalorización del potencial agroalimentario, reforzando las actuaciones emprendidas y ejecutando nuevos programas.
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