Según AEE, este es un año atípico para el sector por varios motivos: en primer lugar, es el último año del Registro de Preasignación, por lo que los promotores han de acelerar para instalar todos los megavatios que no han podido construir en años anteriores. Para el conjunto de 2012, había unos 1.200 MW inscritos en el registro, de los que más de 500 MW tienen problemas para ser construidos antes de la fecha límite de inscripción (el 31 de diciembre de 2012) por motivos en su mayor parte ajenos a la voluntad del sector, como son el incumplimiento de la planificación de la red de transporte, el retraso en líneas de distribución o dificultades administrativas.
La moratoria para nuevas instalaciones que pesa sobre el sector de las energías renovables desde que en enero se aprobó el Real Decreto-Ley 1/2012 implica que los megavatios inscritos en el Registro sean los últimos que se instalarán en España bajo el Real Decreto 661/2007, marco por el que se rige el sector. En la práctica, como los megavatios inscritos deben ser instalados en 2012, no hay proyectos a futuro, y este año los fabricantes no han recibido nuevos pedidos de aerogeneradores para el mercado doméstico: su situación en el país es insostenible y les está obligando a plantearse su permanencia en España.
Un total de nueve comunidades autónomas instalaron potencia eólica en el primer semestre. La que más construyó fue Castilla y León, con 144 MW, seguida por Cataluña -119 MW- y Murcia -50 MW-. Las comunidades autónomas tienen más de 9.000 MW adjudicados en concursos pero no incluidos en el Registro de Preasignación, por lo que no saben ni cuándo, ni dónde, ni cómo llegarán a instalarse. En el primer semestre, la eólica cubrió el 19,5% de la demanda de electricidad en España –cálculo de AEE-, con una producción total de 28.840 GWh, según los datos de Red Eléctrica de España (REE).
El sector eólico aguarda con preocupación la reforma energética anunciada por el Gobierno. Las informaciones que han trascendido hasta el momento indican que se barajan, entre otras, nuevas medidas impositivas para la eólica. El sector, que ya es el que mayor número de impuestos soporta entre los energéticos en España y está entre los que más peso impositivo sufre en Europa, ha advertido que una mayor carga fiscal comprometerá seriamente su solvencia y su supervivencia. De ahí que reclame repetidamente una mesa de diálogo con el Gobierno para poder negociar medidas justas y proporcionadas que no pongan en peligro su futuro.
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