El vicepresidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Pablo Villasante, aseguró que el acuerdo de Bruselas supone una «alegría inmensa» para los pescadores de la región, que podrán comprobar ‘in situ’ cómo está la especie.
Además, cree que la reapertura de la pesquería –que será con un TAC (Total Admisible de Capturas) limitado a 7.000 toneladas– ha sido más bien una cuestión «política», en alusión a las gestiones llevadas a cabo entre España y Francia para ponerse de acuerdo.
Villasante indicó que consideraban que era «muy difícil» que el caladero se abriera antes del 1 de julio de 2010, como «estaba en la mente de Bruselas». Sin embargo, el consenso franco español posibilitará adelantar la apertura del Golfo de Vizcaya y la pesquería de la anchoa en aguas del Cantábrico.
Indicó que el acuerdo beneficiará de forma directa a cerca de 600 pescadores cántabros, afectados desde julio de 2005 por el cierre del caladero. Pero, además, se «moverán muchos trabajos», como los ligados a la industria conservera.
Por todo ello, la noticia es «muy importante», no sólo para Cantabria, sino también para el resto de comunidades del Cantábrico Noroeste (Asturias, Galicia y País Vasco). El sector pesquero de estas regiones, recordó por último Villasante, demandaba la apertura del caladero desde hace año y medio.
Europa Press