Dick explicó la situación del mercado norteamericano como un sector en el que, pese a las diferencias dentro del propio país, «se conjugan diferentes mercados, formas de venta y distribución». El norteamericano cifró el número de mercados en este país en 32.
«El líder en venta de vino es California con 53 millones del total de hectolitros consumidos en EE.UU., le sigue Florida y Nueva York con 24 millones», dijo. Con respecto al mercado español en Norteamérica, Dick aseguró que el 6% de vino consumido en EE.UU es español y los ‘riojas’ tienen una buena entrada en el mercado».
Por último, Dick señaló como aspectos fundamentales para mejorar las ventas «entender el mercado al que se dirigen los productores, saber el segmento de población que interesa, educación, relación estrecha con la gastronomía y buscar distribuidores expertos para entrar en el mercado».
Por otro lado, Christian Barre, director general de Domecq Bodegas, estableció la importancia entre los grandes mercados y los pequeños «porque las bodegas deben diferenciar para qué quieren producir vinos: por placer o para ganar dinero».
«Está claro que para generar ganancias es necesario entrar en los grandes mercados pero también se pueden plantear estrategias de marcas con mucha especialización cuya mejor estrategia es entrar en mercados acotados y reducidos», explicó Barre.
Con respecto a las marcas, argumentó que «pese a entrar en grandes mercados, los productores deben respetar su seña e identidad y desarrollar su estrategia de mercado en torno al marketing de su propia marca, su ADN».
En el mismo sentido se refirió Quim Vila, director de Vinavilateca, quien afirmó que «en el etiquetado, por ejemplo, se debe ser muy cuidadoso pues tiene que ser atractivo e incluso adaptarlo a los diferentes segmentos de población que beban ese vino».
Europa Press
¿La seña de identidad de los vinos españoles es el uso de variedades foraneas?