El Subsecretario del MAPA destaca la importancia de la formación profesional de los trabajadores

El Subsecretario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Santiago Menéndez de Luarca ha intervenido, junto con la Secretaria General de la Federación Estatal Agroalimentaria de Comisiones Obreras, Cecilia Sanz, en la presentación de la Jornada de difusión del proyecto piloto seguralimentaria enmarcado dentro del programa «Leonardo da Vinci», donde ha destacado la labor de Comisiones Obreras en la formación profesional continua en materia de seguridad alimentaria.

Según Menéndez de Luarca, si la cualificación de los trabajadores es un objetivo siempre a perseguir, porque aumenta su productividad económica y sus expectativas salariales, la formación en el campo de la seguridad alimentaria se dirige a garantizar la salud de los consumidores, con lo que junto a la productividad económica aparece la utilidad social que se deriva de este objetivo.

Los potenciales destinatarios directos de esta actividad formativa son muy numerosos pues comprenden tanto, a los productores primarios de alimentos, agricultores y pescadores, como a los cerca de 400.000 trabajadores del sector de la industria agroalimentaria, como a otros muchos del sector servicios, que desarrollan su actividad en el transporte y distribución de alimentos y en el sector de la hostelería. Pero los beneficiarios finales son todos los consumidores.

La seguridad alimentaria es, por ello, un objetivo clave de la sociedad española y del Gobierno. Se trata de un concepto que ha experimentado grandes cambios, tanto por la aparición de nuevos riesgos, como por la introducción de nuevos mecanismos de prevención y gestión de riesgos, tales como la trazabilidad de los productos.

Paralelamente a la tecnificación de las actividades de obtención y transformación de productos alimentarios, se ha producido una tecnificación de los mecanismos tendentes a garantizar la seguridad alimentaria que, si antiguamente se limitaban a poco más que la aplicación de unas normas elementales de higiene por parte de los trabajadores, hoy exigen conocimientos y técnicas más complejas.

Por ello, en el objetivo de seguridad alimentaria están implicados los protagonistas de todas las fases de la cadena, desde las administraciones que dictan normas y aplican medidas de seguridad alimentaria hasta las asociaciones de consumidores, pasando por las empresas y trabajadores que producen y transforman productos de alimentación.

Es necesario, por tanto, concebir como una parte importante de la formación profesional de estos trabajadores la adquisición y permanente actualización de conocimientos específicos enfocados a la plena inocuidad de los alimentos que se obtienen y elaboran teniendo en cuenta que los actuales instrumentos y requisitos de seguridad alimentaria sin duda aumentan las garantías de la población consumidora, pero a la vez requieren de una formación y de unos conocimientos cada vez mayores para utilizarlos con la eficacia debida.

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