En su intervención, Santiago Menéndez de Luarca ha señalado que de forma individual, asociativa o estatal, los departamentos de I+D+i han potenciado el entramado productivo de los alimentos.
El Subsecretario ha repasado las cifras de negocios de la agroindustria, que alcanza más de 90.000 millones de euros y 80.000 millones de euros por la venta neta de productos. Además, ha continuado, es la primera de las actividades industriales, junto con las empresas metalúrgicas, en la creación de puestos de trabajo, ya que ocupa un equivalente de 500.000 personas cada año.
Santiago Menéndez de Luarca ha indicado que la industria agroalimentaria es el sector industrial que más ha contribuido al PIB en Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla y León, Castilla La Mancha, Extremadura, Murcia, o La Rioja, donde los mismos trabajadores compatibilizan las tareas de agricultor y empleados de la industria. En otras comunidades, la industria agroalimentaria es la segunda aportación al PIB, como en Asturias y Cantabria, dónde sólo es superada por la metalúrgica, al igual que sucede en Galicia, dónde la primera es la industria de material de transporte.
En cuanto a la evolución de la industria agroalimentaria en España, el Subsecretario ha señalado que el valor añadido bruto de la industria se ha multiplicado por tres, pasando de 6.376 millones de euros en 1985 hasta los 18.332 millones de euros en 2006. También, el consumo de materias primas ha aumentado un 254%, ya que en 1985 alcanzaba los 17.458 millones de euros hasta los 44.425 millones de euros de 2006.
Por otro lado, Santiago Menéndez de Luarca ha destacado que esta industria necesita de seguridad a la hora de disponer de materia prima, lo que requiere una fuerte logística que hace que cada vez la oferta se encuentre más concentrada y sea más competitiva, respetando las calidades asignadas por la industria, ya sea a través de normativa de calidad de obligado cumplimiento o de otra voluntaria (ISO y otras).
Además, el Subsecretario ha reiterado que el proceso productivo en la industria agroalimentaria requiere contar con personas con la máxima cualificación empresarial, técnica y científica para conseguir los productos demandados por un consumidor muy maduro, con las condiciones sanitarias exigidas y que asegure la sostenibilidad del sistema.
Para ello, ha concluido, se necesita equipos multidisciplinares que van desde especialistas en la búsqueda y producción de las semillas oportunas y adecuadas, hasta la presentación al consumidor de los distintos productos clásicos o para los nuevos caprichos del consumidor, como por ejemplo, conseguir cereales más compactos, levaduras de efecto más rápido o alimentos de una más rápida cocción.
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