Las 220 industrias conserveras italianas en actividad, de las que 134 se encuentran concentradas en la Región de Campania, han elaborado en el presente ejercicio 5,2 millones de toneladas de tomate, con un incremento aproximado del 20% sobre 2002.
Sobre una facturación total de 1.800 millones de euros, el volumen de negocio ligado a la exportación alcanzaba el pasado ejercicio los 948 millones, que representan un porcentaje del 53 por ciento sobre el importe total. Dichas cifras colocan a las conservas de tomate en el vértice de los sectores italianos orientados a la exportación, por delante de productos tan significativos como el vino o la pasta.
Entre los clientes más importantes figuran, además de los tradicionales socios comunitarios, EEUU o Japón. Superado el compromiso de la cuota comunitaria, cuya desaparición ha permitido a las industrias trabajar en una lógica de mercado y aumentar la propia dimensión productiva, la industria conservera ha procurado establecer nuevos acuerdos con los productores en base a un moderno y eficiente modelo interprofesional. La Región de Campania, y Nápoles especialmente, celebraron la semana pasada la gran cosecha 2003 de un producto símbolo del made in Italy que, con su papel destacado en la cocina italiana, ha contribuido en modo determinante a promocionar en el mundo el modelo alimentario italiano
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