El valor económico de las exportaciones valencianas de cítricos vuelve a crecer

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LA UNIÓ informa que la facturación económica de las exportaciones citrícolas de la Comunitat Valenciana ha aumentado de nuevo un 4,6 por ciento en el primer cuatrimestre de este año según los datos del informe de comercio exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, mientras los precios en campo han bajado de media un 10% sobre la pasada campaña. Los cítricos de la Comunitat Valenciana alcanzaron unas ventas entre enero y abril de 2011 por valor de 903,4 millones de euros y representan ya por sí mismos el 13% del total de las exportaciones valencianas de todos los sectores al exterior. El volumen económico exportado de cítricos fue en los meses de enero a abril de 2010 fue de 863,7 millones de euros. En 1995 el volumen económico de las exportaciones citrícolas era de 1.298 millones de euros, en el año 2000 de 1.539 millones de euros, en el 2005 de 1.679 millones de euros y en 2010 ya llegaba a 1.944 millones de euros.

Ese aumento del valor de las exportaciones citrícolas de la Comunitat Valenciana contrasta con el descenso de los precios percibidos por los productores. Los citricultores de la Comunitat Valenciana vieron reducidos sus ingresos en unos 460 millones de euros respecto a la pasada campaña debido al descenso importante de los precios cifrado en más de un 10%, según un estudio de LA UNIÓ. Los precios de las dos variedades más importantes de la citricultura valenciana: Clemenules y Navelina han experimentado un descenso en los precios recibidos por los productores de un 23% y un 14%, respectivamente, en los últimos quince años.

Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ, afirma que “los datos reflejan la actual situación del sector citrícola valenciano: la parte comercializadora gana cada vez más dinero con los cítricos pues se exporta más y la parte productora sigue teniendo problemas para vivir de la citricultura porque los precios en el campo siguen bajos, poniendo de manifiesto que el que está en crisis es el citricultor y no el conjunto de la citricultura. Ganan más dinero, no usan el contrato y nos pagan la cosecha cada vez más barata, sin que nadie les ponga coto”.

Mampel indica que “reclamará al nuevo Gobierno de la Generalitat que aplique políticas que mejoren las rentas de la parte más débil de la citricultura valenciana, del primer eslabón de la cadena agroalimentaria que son los agricultores y que no se benefician al final prácticamente nada de ella”.

La Unió de Llauradors

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