Castilla-La Mancha cuenta en la actualidad con 34 espacios protegidos e integrados en la Red regional de Áreas protegidas. Esta cifra supone una espectacular evolución en materia de conservación de nuestra naturaleza, ya que con anterioridad a la elaboración de la Ley de Conservación de la Naturaleza de Castilla-La Mancha (Ley 9/1999, de 26 de mayo) sólo existían seis espacios protegidos.
Esta evolución se aprecia también en el número de hectáreas protegidas, que han pasado de las 49.377 existentes en el año 1999 a las 190.546 hectáreas actuales favorecidas con alguna figura de espacio protegido.
Situada en el corazón de la Iberia Mediterránea, Castilla-La Mancha cuenta con una de las riquezas naturales más importantes de Europa, fruto de la variabilidad de su orografía, geología y clima, lo que le confiere una elevada diversidad de paisajes que sustentan multitud de ecosistemas de gran valor natural, científico y cultural, en los que se albergan notables comunidades faunísticas y florísticas.
La necesidad de preservar esta naturaleza tan singular y diversa junto con el desarrollo económico de las poblaciones que han convivido con estos espacios naturales desde siempre, motivó la elaboración y aprobación de la Ley de Conservación, un instrumento capital para desarrollar la actual Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha.
En el desarrollo de los espacios protegidos, se ha tenido en cuenta la vinculación del hombre con estos paisajes. Las formas tradicionales de aprovechamiento respetuoso y racional de los recursos naturales constituyen también un atractivo cultural de estos territorios, que a la vez que se protegen se promocionan, para conseguir el equilibrio entre el hombre y el medio que le rodea.
Su aplicación ha permitido establecer categorías de protección de las diferentes zonas acordes con la variedad y diversidad de situaciones que se dan en nuestra región, desde los grandes parques hasta las pequeñas microrreservas de flora y/o fauna.
Nuestros grandes Parques
De los 34 espacios naturales ya declarados, destacan por su extensión y sus valores naturales nuestros importantes Parques Nacionales (Tablas de Daimiel y Cabañeros) y Naturales (Hayedo de Tejera Negra, Lagunas de Ruidera, Alto Tajo y Río Dulce con el PORN aprobado y a falta de su tramitación parlamentaria).
El próximo viernes, día 24, se celebra el Día Europeo de los Parques, una fecha con la que la Federación Europarc, organización paneuropea que acoge los espacios naturales de 38 países, promueve desde 1999 la conservación de los Parques y compatibilizar la conservación de los recursos naturales con el desarrollo socioeconómico del entorno.
Este año, el lema elegido por Europarc para celebrar el Día de los Parques ha sido Turismo sostenible en espacios naturales protegidos. Se pretende con este lema reflexionar sobre un modelo de turismo que armonice la protección de la naturaleza con el desarrollo socioeconómico.
En la actualidad, los Parques del Estado español reciben más de 30 millones de visitas al año, lo que supone un fenómeno que exige de las administraciones una cuidadosa planificación para evitar potenciales efectos negativos en estos espacios.
Suecia fue el país en el que se declararon los primeros Parques Nacionales en mayo de 1909. En nuestra Comunidad Autónoma tuvieron que transcurrir bastantes años más para contar con nuestro primer Parque Nacional, Las Tablas de Daimiel. El masegar más extenso de Europa, con cerca de 2.000 hectáreas, fue declarado Parque Nacional en 1980.
El Parque Nacional de Cabañeros fue declarado en 1995, tras no pocos avatares y polémicas entre el Gobierno regional y el Ministerio de Defensa, que pretendía convertir en campo de tiro uno de los mejores exponentes del bosque mediterráneo. Hoy sus numerosos valores ecológicos, tanto de flora como de fauna (alberga una importante población de buitres negros), pueden ser visitados, conocidos y respetados por cualquier ciudadano.
Destacan también nuestros tres Parques Naturales ya declarados: el Hayedo de Tejera Negra (1978), un bellísimo ejemplo de vegetación eurosiberiana que se conserva con carácter relicto inserto en la Región Mediterránea, las Lagunas de Ruidera (1979), conjunto de lagunas traverníticas más importante de España conformadas por el Alto Guadiana, y el Alto Tajo (2000), nuestro Parque más extenso, con más de 105.000 hectáreas, en el que se puede disfrutar de un sistema de hoces y cañones fluviales espectaculares, distintos tipos de bosques, matorrales, pastizales y demás tipos de comunidades vegetales, y todo un santuario de aves rapaces.
En breve, se sumará el Parque Natural del Río Dulce, cuyo Plan de Ordenación ya ha sido aprobado por el Ejecutivo de Castilla-La Mancha y cuya declaración se tramitará en breve en el Parlamento regional, ya que según nuestra legislación, los Parques Naturales deben declararse por norma con rango de Ley. El Río Dulce es un cañón fluvial encajado en el páramo alcarreño, con numerosos escarpes, barreras y terrazas travertínicas y algunas cascadas, formaciones boscosas de quejigar, encinar o sabinar e importantes muestras de vegetación rupícola y riparia.
Reservas, monumentos y microrreservas
Junto a los Parques, la Red regional de Áreas Protegidas se completa con siete Reservas Naturales, doce Monumentos Naturales, una Reserva Fluvial y ocho microrreservas. Estas figuras de protección suponen aportaciones modestas a la red en cuanto a la superficie, sin embargo añaden recursos naturales de gran calidad y, muchos de ellos, de carácter único.
Las Reservas Naturales declaradas en la región son: las Hoces del Cabriel; el complejo lagunar de Alcázar de San Juan; la laguna del Salicor; el complejo lagunar de Manjavacas, las lagunas de Puebla de Beleña, el complejo lagunar de Arcas; y la laguna de El Hito. Como se aprecia, la política de conservación de los humedales manchegos se está apoyando fundamentalmente en esta figura de protección. En breve se remitirá al Consejo de Gobierno la declaración como Reserva Natural de la Laguna de Pedro Muñoz en Ciudad Real.
Con la figura de Monumento Natural, la Consejería se ha dirigido principalmente a la preservación del volcanismo presente en nuestra región, así como de la morfología kárstica (torcas, travertinos, simas, etc.). Nuestros monumentos naturales son: el Pitón volcánico de Cáncarix; Maar y volcán de la Posadilla; Maar de Michos; Castillejos volcánicos de la Bienvenida; Maar de Hoya de Cervera; Maar y laguna volcánica de La Alberquilla; Volcán y laguna de Peñarroya; Maar de la Hoya del Mortero; Volcán del Cerro de los Santos; Laguna del Arquillo; Palancares y Tierra Muerta; y Nacimiento del Río Cuervo.
La única reserva fluvial declarada en la región hasta la fecha son los Sotos del río Guadyerbas y arenales del Baldío de Velada. La figura de reserva fluvial es original de la legislación castellano-manchega y su objetivo es otorgar una especial atención a los ecosistemas fluviales que se encuentran tan amenazados o más que los humedales.
Las microrreservas son los espacios protegidos de menor dimensión y su fin es proteger pequeños enclaves muy importantes para la protección de alguna especie o comunidad amenazada. Hasta el momento están incluidas en nuestra Red de Áreas Protegidas: los Prados Húmedos de Torremocha del Pinar (Ophioglossum azoricum); la laguna de Alboraj (Helianthemum polygonoides); los Cerros volcánicos de La Miñosa (Erodium paularense); el Rincón del Torozo (refugio de murciélagos trogloditas); los Bonales de la Puebla de Don Rodrigo (turberas con abombamientos de esfagnos); el Bonal del Cerro de los Barranquillos (turbera); los Cerros Margosos de Pastrana y Yebra (Limonium erectum); y los Albardinales Membrilla-La Solana (albardinales salinos manchegos).
Proyectos en los que se está trabajando
Además de los 34 espacios naturales ya declarados, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente tiene en marcha la tramitación de una veintena de Planes de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), estudios necesarios previos para la inclusión de estos espacios en alguna de las categorías de protección. Estos PORN tratan de que en las zonas a proteger la acción del hombre sea compatible y armónica con el necesario equilibrio ecológico del conjunto.
Los más de 20 Planes de Ordenación en tramitación, que suponen una superficie de unas 132.000 hectáreas, suponen ya un régimen de protección preventiva en la zona de estudio, tal y como determina la Ley de Conservación de la Naturaleza.
Son ejemplos de estos espacios en estudio, la Serranía de Cuenca o los Calares del Mundo y de la Sima, dos futuros Parques Naturales. También se encuentran en tramitación varios humedales manchegos, como la Laguna de Somolinos en Guadalajara, las lagunas de Villafranca de los Caballeros, Albardiosa, Tírez, Peñahueca y Taray en Toledo, La Laguna de Pozuelo de Calatrava en Ciudad Real, las lagunas del Marquesado, Tobar, Fuentes y Cañada del Hoyo en Cuenca, o las lagunas de Pétrola y Ojos de Villaverde y el Saladar de Cordovilla en Albacete.
Se encuentra en plena expansión la estrategia de la Consejería para impulsar la declaración de microrreservas sobre enclaves estratégicos para la conservación de la biodiversidad regional.
Así, se han iniciado recientemente varias iniciativas de conservación de turberas y abedulares relícticos de la comarca de Montes Norte de Ciudad Real, algunos importantes refugios de murciélagos cavernícolas (Túnel de Niefla en Sierra de Umbría de Alcudia en Ciudad Real) y otros lugares importantes para la conservación de la flora endémica (Pico Pelado de Aliaguilla en Cuenca).
JCCM